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Página/12 no es un diario de distribución masiva sino un medio de comunicación destinado a la militancia K. Tal como si fuese un ‘6 7 8’ pero en papel de diario, el matutino procura instruir a los defensores del ‘modelo’acerca de las consignas y prioridades. Hay una diferencia no menor, sin embargo: ‘6 7 8’ es un programa de una productora privada que difunde el canal de TV estatal. Pero Página/12 afirma ser un producto de una editorial privada e independiente. ¿?
Hoy, domingo 14/09, la obsesión es dejar en claro que no hay retirada del poder (al menos voluntaria), y que Cristina no es María Estela Martínez de Perón, aquella mandataria traicionada por el propio peronismo que entró en ebullición apenas murió Juan Domingo Perón.
Página/12 intenta darle importancia a la convocatoria de La Cámpora en el estadio del Club Atlético Argentinos Juniors, mucho más trascendencia de la que le concedió al acto del Movimiento Evita en el estadio del Club Atlético Ferro Carril Oeste.
Hay un motivo poderoso para la diferencia: mientras que el acto del Evita fue destinado al lanzamiento de la precandidatura presidencial del legislador porteño y ex canciller Jorge Taiana, el acto de La Cámpora fue para que Máximo Kirchner, al frente de las huestes hiper K, reclamara la re-reelección de su madre, Cristina Fernández de Kirchner, aclarando previamente que ella no estaría de acuerdo con la sugerencia. ¿Es el hijo intentando mimar a su madre o una declaración política trascendente?
«(…) La agrupación juvenil peronista reventó la cancha y colmó las calles adyacentes. La fiesta y la demostración de poder llegaron juntas como corroboración. (…)
En la edición de Página/12 del 18 de noviembre de 2007, en una nota titulada “El café literario es para los cuadros”, Kirchner reconoció ante este diario una limitación de su fuerza, “una pata renga”, en sus palabras. Enumeró una serie de carencias: no participar en los debates públicos, no haber organizado a sectores juveniles. Su idea, ya finalizando su mandato y estando electa Cristina, era formar “500 cuadros políticos de menos de cuarenta años”, aptos para la gestión o para la militancia. “Fuerza propia” y “cuadros” eran sus palabras clave. (…)
Detractores y compañeros les cuestionan falta de peronismo a los dirigentes de La Cámpora. Se suman, con enjundia digna de causas más elevadas, formadores de opinión que no distinguen una Unidad Básica de un bondi. El “cargo” tiene poco asidero: los principales referentes de la agrupación militan desde hace muchos años y son peronistas desde entonces. Su “antigüedad” es mayor que la de muchos compañeros de otros palos o, ya que estamos, de unos cuantos funcionarios o ex funcionarios del gobierno nacional.
El punto es que La Cámpora se define como kirchnerista dentro del magmático espacio peronista. Se mueven convencidos de que su función es bancar a Cristina en el denso corto plazo que precede a las elecciones de 2015. No mocionar candidatos (salvo que ella lo haga o se los indique), no zambullirse en la lid electoral.
(…) Son un vivero de recursos humanos, dotados de mística y con algo que (ay) no todos tienen por delante: décadas de vida útil. (…)».
Pero, en especial, Wainfeld no morderá la mano que le dio de comer estos años, y rescata la irrupción de Máximo Kirchner:
«(…) Era el debut público de Máximo, que lo asumió de movida en medio de otras alusiones a su condición de novato. Franqueó sus sentimientos, habló de un sueño concretado. El nerviosismo inicial, el tono coloquial, hasta los propios límites de la exposición, redondearon la imagen de un orador sincero y cálido. El joven Kirchner tiene algunos gestos de su padre, como el de morderse los labios o menear la cabeza en ciertos momentos. Son visajes de un tímido que afronta el desafío de exponerse ante decenas de miles de personas, “mejores que yo”.
Mentó a sus padres presidentes como “Néstor” y “Cristina”. No se arrogó virtudes ni un pasado imaginario. Y puntualizó que “no hay apellidos milagrosos sino proyectos políticos”. Recorrió tópicos del relato kirchnerista, lo que incluye a los medios los fondos buitres o la desolación en 2001.
En cuanto al planteo sobre Cristina como candidata, es factible que motive a la opo a recolocar el mito de la re-re. No hay condiciones dadas para eso, el mismo Máximo manifestó que la Presidenta no estaría de acuerdo. La traducción de volea deriva más a una confirmación del liderazgo y a no embanderarse ante tempus con candidatos propios que a un lance más audaz.
La Cámpora “juega” desde hace un rato. Sus dirigentes están en la cancha, supeditados a sus desempeños, a las críticas aviesas o razonables. Máximo Kirchner hizo su debut sin alardear ni salirse de la narrativa K. Tuvo el buen gesto de mencionar el acto del Movimiento Evita en Ferro, semanas ha. (…)».
En el matutino que cofundó Jorge Lanata pero que nunca alcanzó una autosustentabilidad económica, o sea que nunca logró dar el estratégico paso que separa el proyecto político del proyecto comercial, que es la única forma de conseguir algo de independencia, también escribeHoracio Verbitsky, a la vez presidente del sello de goma llamado Centro de Estudios Legales y Sociales, organismo no gubernamental (en teoría pero que en los años K se asemejó a un organismo totalmente progubernamental).
«(…) Columnistas del diario Clarín instalaron que Cristina “se está isabelizando”, boutade que retomaron Elisa Carrió, con entusiasmo estudiantil, y Javier González Fraga, bajo la insidiosa forma de una preocupación. De modo que el exabrupto del sindicalista Luis Barrionuevo de Camaño carece de originalidad.
Tampoco es posible, dadas las fuertes señales de gobernabilidad que pese a las serias dificultades económicas emite el gobierno, como la sanción de la Ley de Pago Soberano para manejar el conflicto suscitado por la Justicia de los Estados Unidos (…)