El ministro de Economía, Axel Kicillof, saludó con la «V» de la victoria en sus manos en la foto de familia para la cual posaron los 33 representantes de los países que integran el G-20 en Australia.
En la tradicional toma fotográfica realizada hoy en la sede de reuniones en la ciudad de Brisbane, Kicillof fue ubicado en uno de los extremos en segundo plano. Mezclado entre la docena de jefes de estado que alzó su mano para saludar a las cámaras, como el estadounidense Barack Obama y la brasileña Dilma Rousseff, el joven funcionario aprovechó para formar con sus dedos índice y mayor la V, de la victoria.
Poco que reprocharle a Kicillof. Su gesto tal vez fue inspirado por el anfitrión de la reunión multilateral, el primer ministro australiano, Tony Abbott, quien pidió a los representantes de las naciones que integran el G-20 a que desacartonen las relaciones, se salgan de la lógica protocolar, y se llamen entre sí por su nombre de pila.
«Hablemos con el corazón en vez de leer un discurso», exhortó Abbot a los mandatarios que participaron del encuentro.
Este sábado, Kicillof en Brisbane (Australia) que espera obtener «todo el apoyo» del G- 20 para la «reestructuración de la deuda soberana» de los países.
«Esta crisis empieza con un problema de deuda, sigue con un problema de deuda y transcurre todavía hoy con un problema de deuda», dijo a la prensa en el jefe del equipo económico, que representa, junto con el canciller Héctor Timerman, a la presidenta Cristina Kirchner, convaleciente de una infección intestinal.