ANTALYA, Turquía (ANSA).- De manera no programada, la cumbre del G-20 que empezó ayer en Turquía avanzó hacia un pacto contra el terror: la masacre de París obligó a los líderes a unir fuerzas contra Estado Islámico (EI).
La señal más clara de la cumbre, que proseguirá hoy, fue el encuentro entre el presidente norteamericano, Barack Obama, y su par ruso, Vladimir Putin. Pero de una u otra manera, todos los miembros del G-20 declararon estar listos para hacer su parte en esta lucha, asumiendo una serie de compromisos.
Según el borrador de la declaración final de la cumbre, que se conocerá hoy, los líderes del grupo tomarán medidas contra la «creciente circulación de terroristas extranjeros». Los mandatarios también acordaron «compartir información operacional, la gestión de fronteras para detectar desplazamientos, medidas preventivas y una adecuada respuesta judicial», así como un refuerzo de la seguridad aérea internacional.
Se trata de una novedad para un grupo que nació con el objetivo de ocuparse de crisis financieras y que ahora podría asumir en cambio una serie de medidas en otros terrenos.
Tras años de hielo bilateral, Obama y Putin se encerraron por más de media hora dentro de una habitación. El coloquio fue «constructivo» y dio lugar a un mensaje claro: ahora basta, «el imperativo es el de resolver la crisis de Siria», se destacó de ambas partes, y se reconocieron los progresos diplomáticos alcanzados anteayer en Viena para permitir una transición política de Siria con la mediación de las Naciones Unidas..
«Tradicionalmente el G-20 ha sido un foro que discute los asuntos económicos que afronta el mundo (…) pero el cielo se ha oscurecido por estos horrorosos actos en París. Estados Unidos y sus aliados redoblarán los esfuerzos para encontrar una solución pacífica al conflicto en Siria y evitar que los militantes de Estado Islámico lleven adelante ataques como el de París», dijo Obama poco después de llegar a Antalya, un enclave turístico a unos 500 kilómetros de la frontera con Siria. Sin embargo, no quiso pronunciarse sobre si Washington autorizaría acciones adicionales contra EI.
Putin pidió a los líderes de las principales potencias que aumenten los esfuerzos para combatir el terrorismo y precisó que la lucha contra el desafío islamista se debe dar «dentro de las leyes internacionales, la Carta de las Naciones Unidas y los derechos e intereses soberanos de cada país».
«Entendemos muy bien que sólo es posible lidiar con la amenaza de terrorismo y ayudar a millones de personas que perdieron sus hogares si se combinan los esfuerzos de toda la comunidad global», afirmó Putin.
«Desde la cumbre del G-20 enviamos una clara señal de que somos más fuertes que cualquier forma de terrorismo», señaló, por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel
Al inicio del encuentro en la localidad marítima de Belek, cerca de Antalya, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a reforzar la unidad contra el terrorismo. «Necesitamos un esfuerzo coordinado mucho mayor», declaró.
Tras condenar los atentados perpetrados el pasado viernes en París, Ban ratificó su intención de presentar ante la actual Asamblea General de la ONU un plan propio de acción integral contra el terrorismo.
Aunque funcionarios de Estados Unidos informaron que Obama calificó los ataques a Francia como un «acto de guerra», advirtieron que no tiene planes de transformar su estrategia para desmantelar a EI y que se sigue oponiendo frontalmente al despliegue de tropas en Siria. En su lugar, pronosticaron una expansión en los pasos que ya ha tomado el Pentágono, principalmente con bombardeos aéreos y entrenamiento y equipamiento de misiones rebeldes en Siria.
Aunque ya se había anticipado que la cumbre del G-20 trataría la crisis de la guerra en Siria, los sucesos de París acapararon la reunión, programada previamente para tratar principalmente asuntos económicos. A la reunión acuden los líderes de los países más ricos del mundo y de las principales naciones emergentes.
La guerra en Siria ya ha entrado en su quinto año y ha dejado más de 250.000 muertos y once millones de refugiados. Además, el conflicto bélico ha dejado un vacío de poder en amplias zonas del país, que ha sido aprovechado por EI.
Los principales asuntos económicos de la cumbre del G-20 se tratarán hoy. Entre otros temas, los líderes de las potencias debatirán sobre las consecuencias financieras que puedan tener las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, que podría decidir una suba de tasas.
fuente LA NACIÓN