La novela por el traspaso de mando entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri continúa sin acuerdo, luego de que funcionarios nacionales propusieran al macrismo que la Presidenta no entregue el bastón y la banda, pero sea espectadora de la jura.
Mientras tanto, Macri respondió con la presentación de una medida cautelar para que la Justicia determine que el mandato de Cristina termina el 9 de diciembre a las 24 horas, para evitar que tome alguna medida de último momento que afecte el traspaso. El fiscal Jorge Di Lello ya le dio la razón y en el macrismo esperan la decisión de la jueza María Servini de Cubría.
Esta mañana, se reunieron en el Senado el vicepresidente Amado Boudou y el Secretario General de la Presidencia, Eduardo De Pedro, con los macristas Fernando de Andreis y Federico Pinedo. Allí, los enviados de la mandataria propusieron que Cristina ofrece no entregarle los atributos a su sucesor, a cambio de dejárselos en el Congreso y de presenciar la jura.
En un comunicado difundido por la Secretaría General de la Presidencia, el gobierno calificó la oferta como «una propuesta racional, que consiste en que la Presidenta irá al Congreso; presenciará la jura del presidente electo y dejará los atributos en el recinto, para que desde allí puedan ser trasladados a la Casa Rosada».
La propuesta no habría sido aceptada por los macristas, que pidieron un cuarto intermedio hasta la tarde para consultarlo con el presidente electo, aunque la postura seguía siendo que el traspaso sea en la Rosada. Sin embargo, más tarde no hubo un nuevo encuentro y Pinedo dijo que las conversaciones seguirán por teléfono.
Según informó De Pedro, durante la reunión De Andreis y Pinedo comunicaron la presentación de una medida cautelar para que el mandato de Cristina cese a las 24 horas del miércoles, con lo que no podría tomar ninguna decisión de última hora el día de la asunción de Macri.
“Con esto quieren evitar la presencia de Cristina Kirchner en la jura del nuevo presidente. Esto es algo inédito en la historia argentina, la legislación es clara e indica que el Presidente asume al momento de la jura”, indicó el camporista en un comunicado. “Es evidente que con el pedido al Poder Judicial, lo que está buscando Macri es que Cristina no participe de la ceremonia, entorpeciendo el acto institucional establecido en el artículo 93 de la Constitución Nacional”, subrayó.
Al respecto, luego se conoció que el fiscal electoral de la Capital Jorge Di Lello dictaminó que Macri debe ejercer su mandato desde las 0 horas del 10 de diciembre y sin posibilidad de que la saliente jefa de Estado tome alguna decisión ese día.
La medida cautelar presentada por Macri y Gabriela Michetti deberá ser resuelta por la jueza federal María Servini de Cubría, que debería hacerlo en las primeras horas del miércoles. Su fallo podría ser apelado contrarreloj ante la Cámara Nacional Electoral y, en última instancia, la Corte Suprema.
Por lo pronto, Di Lello aseguró que «debe dársele prioridad al que inicia su mandato, debido a que es una verdad de perogrullo verificar que cualquier decisión del presidente que concluye su mandato, solo por brillante y útil que fuere, deberá hacerse mediante un decreto que como tal, podrá ser derogado por su sucesor mediante otro decreto».
El fiscal federal recordó que el artículo 91 de la Constitución Nacional establece que «el presidente de la Nación cesa en su poder el mismo día que expira su período de 4 años sin que eventual alguno lo halla interrumpido». «De tal manera que el mandato del actual presidente, en los términos constitucionales y civiles vigentes, expiraría el 9 de diciembre a las 24.00hs», amplió.
Al respecto, Di Lello remarcó «dos elementos» a su criterio «fundamentales: la última voluntad de expresión del electorado argentino, manifestada en la doble vuelta del día 22 de noviembre pasado, y el plazo futuro que carga en sus espaldas el ejecutivo electo». Más adelante, el fiscal apela al sentido común y afirma que una situación contraria sólo «habilita un inútil desgaste político, jurídico e institucional para la Nación Argentina». Pareció un mensaje directo a Cristina, que se mantiene insólitamente negada a aceptar el pedido de su sucesor.