Será temprano, bien temprano, prometen en Casa Rosada. Agustín Garzón, joven legislador porteño por el macrismo, llegará hoy a la sede de la Autoridad Federal de Servicios Audiovisuales (Afsca), que hasta el viernes conducía el kirchnerista Martín Sabbatella, para cumplir con el decreto presidencial que lo designó como interventor del organismo.
No será, imaginan en la Casa Rosada, un desembarco del todo pacífico. El interventor Garzón, que llegará al edificio de Suipacha al 700 junto con el próximo presidente de la entidad, Miguel de Godoy, sabe que enfrentará la férrea oposición del kirchnerismo y del propio Sabbatella, que debió ser desalojado durante el fin de semana junto con sus funcionarios por la policía, con orden del juez federal Julián Ercolini.
«[Macri] Tiene actos autoritarios y de gobiernos de facto. Dialoga con lo peor de la historia y se nutre de eso», dijo Sabbatella ayer, en un acto del kirchnerismo en el parque Saavedra junto a otras figuras cercanas a la presidenta Cristina Kirchner.
«Vamos a cumplir con el decreto y hacernos cargo», afirmó a LA NACION uno de los responsables del área. El paso de Garzón seguirá al que ya dio Mario Frigerio, que el miércoles de la semana pasada asumió como interventor de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones (Aftic), en reemplazo del kirchnerista Norberto Berner.
La idea, contaron desde dos ministerios nacionales a LA NACION, es que Garzón y su equipo de técnicos empiecen a tomar contacto con la realidad del órgano de aplicación de la ley de medios, que el presidente Mauricio Macri prometió reformar durante la campaña electoral. Pero las cuestiones de contenido que tanto preocupan al kirchnerismo quedarán, por el momento, en un segundo plano.
«Todos los que están trabajando ahí, cerca de mil personas, fueron designados por Sabbatella. Y tanto él como Berner hicieron reuniones después del 10 de diciembre, nombraron personal sin oír las voces de los representantes de la oposición», afirmó uno de los colaboradores de la intervención. «Las cuentas bancarias y los libros son fundamentales», comentaron, misteriosos, cerca de Garzón. Desde el Gobierno pidieron a la Sindicatura General de la Nacion (Sigen), que dirige Ignacio Rial, sendas auditorías sobre ambos organismos, en cumplimiento del decreto 236/2015, que dispuso la intervención.
Fusión de organismos
Otro de los planes, compartidos con el ministro de Comunicaciones Oscar Aguad y surgido de la Fundación Pensar, es la posible fusión de la Afsca y la Aftic en un solo organismo. Una idea resistida de plano por Sabbatella y los funcionarios que lo acompañaban. «Hay que revisar todo con cuidado», afirmaron cerca de la intervención.
¿Qué hará el kirchnerismo? En el Gobierno creen que el amparo presentado por Sabbatella en el momento del desalojo ante la jueza Cecilia De Negre para que se revea el decreto «no va a prosperar» porque la magistrada es «razonable». Y que Garzón, cercano al jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, tendrá el tiempo que necesita para «emprolijar» el funcionamiento de la Afsca hasta la asunción del nuevo presidente.
La decisión de Macri, que el martes pasado terminó por decreto con la gestión de Sabbatella, dividió aguas en la política. Mientras dirigentes de la oposición no kirchnerista como el líder del Frente Renovador y diputado Sergio Massa la justificaron en la «subjetividad y parcialidad» del ex intendente de Morón a la hora de ejercer su cargo, el kirchnerismo acusó al Gobierno de querer «beneficiar al grupo Clarín» y «suspender de hecho la aplicación de la ley de medios con el decreto firmado por Macri.
Sabbatella tuvo, en las últimas horas, un aliado en el relator especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza, quien sostuvo que la decisión del gobierno nacional fue «un camino poco ortodoxo» y que se hizo se hizo «sin usar lo que indica la ley, que establecía claramente un mecanismo para la remoción del directorio», expresó el relator.
Hoy, Garzón y De Godoy tendrán una entrada al edificio de Suipacha al 700 que se presume plácida: sucede que hay feriado administrativo y la sede -clausurada el viernes por decisión de Ercolini- estará semivacía.
«Puede haber más movimiento el martes», advirtieron con ironía desde el Gobierno, atentos a la resistencia que el desplazamiento de Sabbatella (que tenía mandato hasta 2017) y eventuales cambios en la ley de medios han despertado en vastos sectores y medios cercanos al gobierno de Cristina Kirchner.
fuente LA NACIÓN