LA PLATA.- El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, dijo ayer que recibieron «cientos de denuncias» desde todo el país sobre el paradero de los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, condenados a prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, que el domingo pasado se fugaron de la cárcel de General Alvear. Una de esas denuncias provino de la ciudad de San Juan, donde un vecino dijo que vio a los prófugos en una camioneta Volkswagen Amarok blanca.
Los llamados -dijo Ritondo- no cesan desde que se ofreció una recompensa de $ 2 millones para repartir entre quienes aporten datos certeros para dar con los delincuentes, quienes según la gobernadora María Eugenia Vidal contaron con la «complicidad de una parte del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)». Sin embargo, hasta el momento no hay ningún guardia imputado.
«Vamos a trabajar, y lo estamos haciendo día y noche, para encontrarlos y volverlos a meter donde tenían que estar y de donde nunca se tendrían que haber ido», afirmó Ritondo, en una rueda de prensa, luego de un secuestro de tres toneladas de marihuana, en General Rodríguez, el mismo distrito donde fueron encontrados los cadáveres de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Según fuentes de Seguridad, se ordenó el seguimiento de familiares, amigos y allegados a los prófugos, se intervinieron líneas telefónicas y analizaron las denuncias para comprobar su veracidad. Pero hasta anoche no había novedades.
Uno de los llamados recibidos provino de San Juan, donde una persona dijo haber visto a los tres prófugos en una camioneta Volkswagen Amarok blanca, en la esquina de 25 de Mayo y Jujuy, cerca de un hipermercado. Se están revisando las cámaras de seguridad.
El secretario de Seguridad de San Juan, Gustavo Fariña contó -según la agencia DYN- que los prófugos, a los que dijo haber reconocido por las fotos, le preguntaron qué camino debían tomar para llegar a Jáchal, en el norte de la provincia, donde está el paso internacional Agua Negra, hacia Chile. «De inmediato se montó un protocolo con el despliegue de brigadas de la Policía e Inteligencia Criminal. Tenemos instalado un sistema de control en la zona de la frontera internacional, y se acrecentaron todas las medidas de seguridad», dijo.
Sin huellas
Tampoco arrojaron resultados positivos los peritajes sobre la camioneta Toyota Hilux negra que habrían utilizado los presos para escapar y que fue encontrada en poder del hermano de uno de ellos, Franco Darío Schillaci. En estos análisis, que desde ayer están en manos del fiscal Cristian Citterio, había varias huellas dactilares, pero ninguna pertenecía a los prófugos, informaron fuentes del caso. La Policía Científica tomó muestras de ADN de puertas, ventanillas y botoneras para cotejar los perfiles genéticos de los prófugos y determinar si el vehículo estuvo en el lugar de la fuga.
«Es un hecho muy raro: un guardia que por su religión no portaba armas, una sola persona en la puerta, salen empujando un 128. Es muy fácil como para que pase en una película», reflexionó Ritondo.
No sólo quienes los buscan quieren ver a los prófugos tras las rejas. La ex esposa de Martín Lanatta, Mariela Juncal, dijo a radio Vorterix: «Ojalá que aparezca vivo para que mis hijos lo puedan ir a ver al penal». Pero deslizó: «Creo que va a aparecer muerto».
En tanto, la fuga sigue motivando cruces verbales entre el Frente para la Victoria y Cambiemos. Los legisladores justicialistas le pidieron a Vidal que aportara los nombres de los políticos que, según ella, están vinculados con el narcotráfico.
Y el ex jefe de gabinete kirchnerista Aníbal Fernández -acusado por uno de los prófugos de instigar el triple crimen- volvió a hablar: «No sabíamos qué era lo que se le iba a pagar, lo prometido. Bueno, fueron los que ganaron la elección y son buenos pagadores. En 18 días de gestión, todos los que colaboraron para que llegaran al gobierno recibieron el pago al favor recibido, el agro, los empresarios, las corporaciones, y también este asesino de tres pibes». Le contestó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, quien aseguró que Fernández «pretende embarrar la cancha»
fuente LA NACIÓN