La búsqueda del caso de los prófugos de la cárcel de General Alvear generará consecuencias en al menos una de las fuerzas de seguridad que trabajó en el tema: la Policía Bonaerense. Las autoridades de Buenos Aires y del Gobierno Nacional habrían detectado que algunas de las dependencias de mayor relevancia de este ejército azul, conformado por alrededor de 92 mil hombres y mujeres, tuvieron complicidad indirecta con los asesinos del Triple Crimen de General Rodríguez, los hermanos Martín y Cristian Lanatta; y Víctor Schillaci.
Según pudo saber Clarín en base a fuentes oficiales, es por eso que desde el Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, al mando de Cristian Ritondo, decidieron descabezar buena parte de la cúpula de la fuerza que debe velar por la seguridad en la Provincia.
El jefe de la Bonaerense seguirá siendo Pablo Bressi, en quien las autoridades políticas confían debido al compromiso que, aseguran, expuso en la búsqueda de los prófugos de la cárcel de General Alvear. Pero otros de los jefes de la fuerza serán desplazados de sus puestos en las próximas horas.
Se trataría de nueve comisarios generales, una de las purgas más importantes de los últimos tiempos. Entre otros, serían desplazados, siempre según fuentes oficiales, el Superintendente de Seguridad, Claudio Blanco; y el jefe de Vialidad, Rubén Lobos, debido a que los prófugos escaparon de los límites de Buenos Aires a los de Santa Fe.
Las complicidades entre estos jefes de la Bonaerense con los fugados es de tenor variable, y se iniciarán además investigaciones internas para determinar el grado exacto de colaboración que podrían haber tenido con la familia y amigos de los Lanatta y Schillaci: existen pruebas concretas de comisarios que efectivamente ayudaron a esa banda a escapar durante trece días.
Otros de los comisarios generales que serán removidos de sus puestos son Oscar Terminiello, superintendente de la Región Centro; lo mismo que ocurrirá con Gabriel Lamónico, a cargo de la zona de Interior Sur.
Uno de los puestos más polémicos que serán afectados por los cambios impulsados por la gestión de Cambiemos será el de Gabriel Alanis, Superintendente al mando del distrito más populoso y desigual de Buenos Aires, La Matanza.
Otro desplazado será Miguel Macario, comisario general que manejaba la localidad de 3 de febrero, donde se ubican algunos de los barrios más humildes y castigados por la delicuencia y la droga, como “Fuerta Apache” y la villa “Carlos Gardel”. También estaría en la lista de removidos el comisario que quedó a cargo de la Dirección General de Logística, de apellido López.
Dos de los comisarios que dejarán sus puestos que estarían más comprometidos con falencias y tal vez complicidades con los prófugos Lanatta y Schillaci son el jefe de Investigaciones de la Bonaerense, Néstor Larraui, vinculado a Aníbal Fernández. Y Néstor Ojeda, al mando de la fuerza en Quilmes.
Ritondo adelantó anoche en el canal TN que habría cambios en las fuerzas a su cargo, no solo por posibles complicidades con los fugados de Alvear, sino también entre quienes no aceptan un “cambio” en el modo de accionar de la Bonaerense.
Clarín pudo saber que con el paso de los días se conocerá evidencia sobre la relación irregular que tuvieron oficiales de la Bonaerense con quienes debían en realidad buscar: los hermanos Lanatta, y Schillaci. Se trata de asesinos, condenados a cadena perpetura por la Justicia, acusado de haber matado a tres narco-famarcéuticos, en el caso que se conoció como el “Triple Crimen de General Rodríguez”.
fuente CLARÍN