Fue una de las promesas de campaña de Cambiemos, compartida también por sectores de la oposición al kirchnerismo, como el Frente Renovador. El proyecto de ley del arrepentido será enviado al Congreso el próximo 1° de marzo, cuando Mauricio Macri inaugure el período de sesiones ordinarias.
Así lo confirmó Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción (OA), quien anticipó que la iniciativa será acompañado de otros proyectos contra la corrupción, como el de acceso a la información pública y el de recuperación de bienes de funcionarios corruptos.
«Hay una demanda de la sociedad y percibimos el consenso, al menos entre sectores no kirchneristas, de que para facilitar que las «gargantas» hablen es necesario aprobar la figura del arrepentido», dijo Alonso a LA NACION.
La titular de la OA aseguró que, de aprobarse la ley, habrá «personas con mucha información que podrían desbaratar las redes de corrupción». Dijo, además, que «[el arrepentido] formará parte del discurso de apertura de sesiones legislativas de Mauricio Macri, uno de los más entusiastas con el proyecto».
Martín Casares, subsecretario de Política Criminal, explicó que la introducción de esta figura se enmarca dentro de la revisión del Código Procesal Penal que encara el Ministerio de Justicia. «El código actual es ineficaz para investigar y sancionar delitos complejos, como la trata de personas, el narcotráfico y la corrupción», aseguró.
La figura del arrepentido regulará los beneficios por colaboración eficaz, ofrecida por los acusados en causas. Esto se producirá en tanto la información aportada permita impedir o desbaratar el ilícito, o ayudar a revelar a otros autores que sean pasibles de recibir una sanción igual o mayor que la del colaborador.
Si bien la figura del arrepentido ya existe para casos de terrorismo y trata de personas, Casares dijo que «fiscales y jueces manifiestan que es de difícil aplicación».
Enrique Thomas, subsecretario de articulación legislativa del Ministerio de Seguridad, dijo que «el arrepentido tiene avales internacionales en su efectividad para luchar contra delitos complejos». La figura se aplica en la investigación de hechos de corrupción en Brasil.
En Cambiemos son optimistas para lograr la aprobación del proyecto. «Quienes no acompañen este proyecto quedarán expuestos. Las negativas revelarán complicidades con la corrupción», señaló Alonso. Aún no está definido si será presentado y tratado en las cámaras individualmente o dentro de un paquete de leyes.
fuente LA NACIÓN