El debate sobre la legalidad del derribo de aviones, generado a partir del decreto que instaló la Emergencia en Seguridad, terminó tapando el problema de fondo. Los expertos en narcotráfico coinciden que la mayor cantidad de droga no llega al país por aire. Por eso, el Gobierno ya prepara un paquete de medidas para controlar la mercadería en tránsito que ingresa por tierra y por agua.
El nuevo titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, trabaja junto al Ministerio de Seguridad en un proyecto para mejorar el control en los puestos fronterizos. Se trata de un sistema de precintos electrónicos que permite un seguimiento satelital de los camiones desde que ingresan hasta que salen del país. Funcionan como un GPS, aportando información on line sobre el itinerario del vehículo, y además alertan si se intenta abrir la carga en el camino.
El sistema, que ya se implementa con éxito en otros países, comenzaría a aplicarse en lugares estratégicos de la frontera como el Paso de Jama, en la provincia de Jujuy, un punto clave del Corredor Bioceánico y una zona caliente para el tráfico de cocaína.
“Es la primera etapa de un proceso de mayor control que responde a un modelo de Estado inteligente”, aseguró ayer a este diario Gómez Centurión, quien viene de dirigir la Agencia de Control Gubernamental en la ciudad de Buenos Aires. El desafío ahora es mayor. La Aduana tiene 6.500 empleados y una historia negra con nichos de corrupción enquistados y varios muertos. Para contrarrestar esa historia, el funcionario propone una gestión basada en el “profesionalismo” y la “transparencia”. “Si no puedo transformarla (a la Aduana), no voy”, le respondió al presidente Mauricio Macri antes de aceptar el cargo.
Los precintos también se aplicarían a la mercadería en tránsito que ingresa por vía acuática desde Paraguay y Bolivia. Con 54 puertos para controlar, la Hidrovía del río Paraná es el gran desafío para frenar el ingreso de droga al país antes de que parta hacia Europa.
“Argentina, desde sus puertos, es el tercer mayor exportador de droga, según estadísticas de Naciones Unidas”, se lamentó ayer un funcionario nacional.
El sistema de precintos es parte de un plan integral que incluye la radarización de las fronteras y la profesionalización de las Fuerzas de Seguridad.
En el Gobierno hay un debate sobre el control de las zonas primarias aduaneras, a las que hoy solo puede ingresar la Policía Aduanera. El Ministerio de Seguridad propuso que se sume a la Prefectura. Por ahora la idea no prosperó.
En el decreto sobre la Emergencia en Seguridad, se utilizó una fórmula ambigua y se estableció un plazo de 30 días para llegar a un acuerdo. “Nosotros creemos en los controles cruzados, pero no hay una fórmula del éxito”, admitió anoche un alto funcionario.
fuente CLARÍN