La penetración narco en la política argentina quedó expuesta nuevamente en un operativo antidrogas. Después de siete meses de investigación, la Gendarmería interceptó un embarque de cocaína y busca ahora como presunto cabecilla de una organización criminal a un concejal salteño del Frente para la Victoria.
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, informó ayer que Mauricio Gerónimo, concejal en la fronteriza ciudad de Salvador Mazza, está prófugo y es señalado como el supuesto organizador de un cargamento de 267 kilos de cocaína que los gendarmes decomisaron anteayer en la localidad chaqueña de Taco Pozo. La droga tenía como destino la comercialización minorista en la ciudad de Buenos Aires.
Bullrich, acompañada en el Edificio Centinela por el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y por el jefe de la Gendarmería, comandante general Gerardo Otero, explicó que el grupo desbaratado tras 14 allanamientos contaba con una importante logística criminal. La ministra detalló el hallazgo de teléfonos satelitales -cuyas comunicaciones no son interceptables-, municiones de fusil y una gran cantidad de dinero disponible: 518.000 dólares y 119.000 pesos.
Los investigadores estiman que el concejal Gerónimo, que ganó su banca en mayo de 2015, formó parte incluso del convoy que incluía un camión con acoplado en el que iba oculta la droga. Una camioneta de seguridad, que abría paso al vehículo con la cocaína, fue bloqueada por los gendarmes en la ciudad santiagueña de Monte Quemado, antes de dar el golpe de mano contra el camión. Entre los detenidos en el lugar estarían familiares del concejal, que ahora es buscado por orden del juzgado federal N° 1 de Salta, a cargo de Leonardo Bavio.
«El pueblo de Salvador Mazza no merece ser representado por un una persona buscada por narcotráfico; ya me comuniqué con el gobernador de Salta [el peronista Juan Manuel Urtubey] y espero que se tomen medidas inmediatas para que este hombre no sea más concejal», sostuvo Bullrich.
Analistas del tráfico de drogas local entienden que el narcotráfico por ahora logró infiltrarse en la política a nivel municipal porque la estructura del comercio argentino de narcóticos tiende a generar grupos de poco volumen, pero con fuerte presencia territorial. Entre los casos que lo anteceden se encuentra el de los ediles Hugo Palma (de Estanislao del Campo, en Formosa) y Luis Cifre (Joaquín V. González, Salta), detenidos en 2011.
En este caso, la red local se ocupaba del acopio de la droga en Salta y de su distribución hacia los puntos de venta en la región metropolitana. El jefe de la Agrupación VII de Gendarmería, comandante Guillermo Basso, informó que la cocaína era introducida mediante vuelos ilegales que descargaban la mercadería en Salta, en zonas no muy alejadas de la frontera con Bolivia, de donde partían las aeronaves.
El cargamento decomisado tiene, a su vez, la particularidad de estar formado por paquetes de colores, de un kilo de droga cada uno. Esa situación revelaría la existencia de varios propietarios de la cocaína que se agruparían para un traslado colectivo, pero que una vez llegada al lugar de destino la distribuirían en diferentes líneas de abastecimiento para el narcomenudeo.
fuente LA NACIÓN