Graciela Bevacqua no duda. Según la ex directora técnica del Indec , un índice de precios construido en dos meses desde cero «no es creíble». No es una definición cualquiera. Es el argumento técnico ante una decisión política: la de su desplazamiento por la urgencia oficial ante el rebrote inflacionario. En una entrevista a LA NACION, la profesora de Matemática criticó al director del Indec, Jorge Todesca , y afirmó que sólo volvería al organismo para hacer un índice «robusto y serio».
-¿Por qué el Gobierno la desplazó?
-Me desplazaron por considerar que no me sumé a los tiempos requeridos políticamente a pesar de los avances que hicimos en el IPC. Encontramos, tal cual dijo Jorge Todesca, un Indec y un IPC completamente arrasados. Había equipos sin consignas claras de relevamiento, reportes sin supervisión y supervisores sin reportes, no tuvimos acceso al sistema informático hasta el 30 de enero, había muestras mal seleccionadas, encuestadores sin capacitación y controles que no se hacían. Fue empezar de cero. Me echaron porque no hice el IPC en dos meses.
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-¿Quién le pidió eso?
-Todesca.
-¿El Gobierno sabía de ese requerimiento del director?
-Había presión sobre Todesca en cuanto a los tiempos de requerimiento del índice. Tengo claro que para la gestión era importante tener un índice de precios. Por eso mi propuesta de índices alternativos, que están dentro del sistema estadístico nacional, como el de la ciudad de Buenos Aires y el de San Luis. Era hasta que tuviéramos un IPC alternativo. ¿Por qué hablé de ocho meses? Porque si uno empieza de cero se tarda dos años. Acortar los plazos a ocho o seis meses es suficientemente rápido para lo que es la estadística robusta, creíble y seria, si se quiere volver a entrar en la comunidad estadística internacional y dejar de estar apartados, como en estos nueve años. Si me preguntás si una consultora puede hacerlo en dos o tres meses, digo que la consultora sólo tiene que dar un número cercano al nivel general. Pero no estamos en una consultora privada. Esto es un instituto de estadística nacional.
-¿Quién pidió su cabeza?
-Entiendo que Todesca. Pensé que teníamos una buena relación y comunicación. Pero me prohibió hablar con el ministro de Hacienda [Alfonso Prat-Gay]. Decía que él era mi jefe y que no podía tener comunicación directa con Prat-Gay. Yo respeté su pedido. A último momento dijo que quería un índice en dos meses. Le ofrecí la alternativa de la ciudad de Buenos Aires. Le pedí llamar a Prat-Gay para buscar alternativas dentro de mis parámetros de calidad y él no me dejó.
-¿Es creíble hacer un índice de precios en dos meses?
-Si se hace de cero, un índice de en dos meses no es creíble. Si es un índice que ya está hecho, puede ser.
-¿Hubo algún otro problema entre Todesca y usted además de los plazos del IPC?
-Le ofrecí explicar el tema de los plazos. Que no era tan cerrado a los ocho meses, sino que intentamos avanzar lo antes posible, pero siempre con rigurosidad. Trabajamos los fines de semana dentro y fuera del Indec. Le dije que hiciéramos grupos cerrados de periodistas, diputados de la oposición o académicos para contar la situación que encontramos. No tuve respuesta.
-¿Qué peso tuvo el Gobierno?
-Es una decisión de Todesca avalada por el Gobierno, pero a partir de malentendidos y mala información de Todesca hacia arriba.
-¿La llamaron para ofrecerle otro trabajo en el Estado?
-Por el momento, no.
-¿La llamaron de la oposición?
-Sí. No voy a decir quién. Pero hubo un claro apoyo.
-¿Volvería al Indec?
-Yo creo que el Gobierno se merece tener credibilidad con respecto a las estadísticas públicas. Esto es para mí un error involuntario. O por lo menos eso quiero creer. Si me vuelven a llamar con las condiciones de la espera técnica, no de ocho meses, pero para algo creíble, serio y robusto, un IPC de verdad, estoy dispuesta a volver.
fuente LA NACIÓN