Bajo la sombra de su padre, Martín Báez construyó una red de empresas a lo largo de estos doce años que, inevitablemente, se cruzan con la familia Kirchner. En El Calafate y Río Gallegos, los vínculos entre la ex Presidenta y el hijo del empresario K que aparece en las oficinas de SGI contando millones de dólares crecieron a través de las constructoras y el rubro hotelero.
En 2007, el mayor de los hijos varones de Lázaro Báez adquirió el 46% de Valle Mitre SRL, la misma que administró los hoteles Alto Calafate, La Aldea de El Chaltén y Las Dunas, todos propiedad de la ex Presidenta. Ese vínculo comercial se expandió cuando con esa empresa los Báez le garantizaron a la familia Kirchner ingresos por 14 millones de pesos por el alquiler de habitaciones, como reveló La Nación: Siete empresas del grupo contrataron habitaciones que nunca se utilizaron.
En esa maniobra que investiga la justicia, participaron las empresas de Martín: La Estación S.A que contrató 90 habitaciones para 615 personas, Kank y Costilla su principal constructora alquiló 235 habitaciones, con Don Francisco SA contrató 90 habitaciones, 180 con su otra constructora, Loscalzo y Del Curto. Esto representó 14 millones de pesos anuales. Durante esos años, el patrimonio de Martín continuó expandiéndose: en cinco años según consta en la causa Hotesur, creció 1200% cerrando el 2013 con 29 millones de pesos.
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Fuera de esta ingeniería financiera denunciada por presunto lavado de dinero, Martín Báez es dueño del 50% de la sociedad La Aldea, que dirige el hotel que lleva el mismo nombre, propiedad de Cristina Kirchner. La hostería, ubicada en el Chaltén, se levantó sobre un terreno que le pertenece a Los Sauces S.A firma del hotel boutique de la ex Presidenta.
En 2010 Martín Báez incorporó en su declaración jurada la empresa Alternativa S.A. La firma, dedicada al servicio de catering para empresas y eventos, tiene sus vínculos con Hotesur, la empresa de Cristina Kirchner investigada por lavado de dinero. La firma de alimentos también alquiló habitaciones de los hoteles K, y figura en una extensa lista de 48 sociedades vinculadas a Hotesur que aparecieron en un banco de El Calafate, según la información recabada en el allanamiento que realizó el juez Claudio Bonadio.
La ex Presidenta declaró ante la Oficina Anticorrupción tener una deuda con Austral Construcciones, principal empresa de Lázaro Báez pero de la cual es accionario Martín, con firma autorizada al igual que su hermana Luciana. Pero los vínculos de Cristina con Austral son mucho más extensos: el terreno donde amplió su hotel boutique le pertenecía a la constructora, que además le alquiló habitaciones en sus hoteles. Y hay más: Austral Construcciones pagaba a la Inmobiliaria de Máximo y Osvaldo Sanfelice, 25.355 pesos mensuales por el alquiler de un departamento en el edificio de Uruguay y Juncal donde Cristina tiene un piso. A los alquileres se suma un departamento en la calle Alcorta 99 de Río Gallegos, por 9.220 pesos por mes y otro en calle Orkeke, también en la capital santacruceña, por 4.840 pesos.
Durante los últimos años de gestión de Cristina, la constructora de Martín recibió obras con fondos nacionales por 300 millones de pesos. Una de ellas, la pavimentación de cien cuadras en Río Gallegos, se otorgó en un acto encabezado por Alicia Kirchner en plena campaña.
Fuera de los negocios hoteleros, el fútbol también une al hijo del empresario K y a la ex Presidenta. El 2 de mayo de 2011, Cristina Kirchner viajó a Río Gallegos, donde junto a Martín inauguró el Club Boca Río Gallegos que él preside y dirige. “Yo quiero recordar, también, lo que era el club y lo que es hoy, esta modernísima instalación, que como bien decía Martín recién, está dedicada al deporte” dijo ella en sus palabras inaugurales.
Ese día Martín le pidió que sea la madrina del Club, cuya sede cuenta con un microcine. Cosas del destino: la primera película que se proyectó allí fue la biografía de Néstor Kirchner.
fuente CLARÍN