La imagen de Lázaro Báez, el empresario con más vínculos comerciales con la familia de la ex presidenta Cristina Kirchner, esposado fue recibida con serenidad y alivio en la Casa Rosada.
Generó tranquilidad porque no hubo sorpresa por la decisión del juez federal Sebastián Casanello. Desde el Gobierno informaron que una posible detención de Báez estaba en la agenda judicial. «Podía caer de un momento a otro», dijo a LA NACION un funcionario con acceso directo a los despachos más exclusivos de la Casa de Gobierno.
Pero el traspié judicial de Báez también ayudó a Macri a correrse del foco mediático cuando enfrentaba cuestionamientos a partir de la revelación de los llamados Panamá Papers, en los que consta que el Presidente figuró hasta 2008 como director de una firma offshore en Bahamas que no figuraba en su declaración jurada de bienes.
Si bien actuó como un bálsamo, desde el Gobierno aseguraron que con las explicaciones que brindaron Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña (ver aparte), la cuestión había quedado aclarada. «Nuestra sensación es que como estábamos sólidos de papeles, la cosa caía mañana [por el miércoles] o el jueves», confiaron fuentes oficiales.
Los cálculos que hicieron en el equipo de comunicación que lidera Peña son simples. «¿Cuánto dura una crisis si tenés los papeles en orden?», fue uno interrogantes que se hicieron. Según el Gobierno, «todo estaba en orden» y el tiempo de exposición sería muy corto.
Incluso, destacaron como ejemplo del cambio de la agenda informativa la declaración de Ricardo Jaime, que dijo ante el juez federal Julián Ercolini que avanzó con las compras de las locomotoras y vagones adquiridos a España y Portugal una vez que recibió el aval del ex presidente Néstor Kirchner y de su entonces ministro de Planificación, Julio De Vido.
«Dimos todas las explicaciones que teníamos que dar e hicimos lo que teníamos que hacer. Algunos seguirán pegando y nosotros seguiremos respondiendo, pero no tienen nada…», aseguraron desde la Casa Rosada.
Aunque evitó hacer referencias directas sobre el asunto, ayer el Presidente sobrevoló el tema de los Panamá Papers en un encuentro con intendentes radicales. «Hay que dejar de criticar por criticar y dejar de obstruir por obstruir. También es muy importante decir que en la Argentina se terminó la impunidad. Cada uno será responsable de las cosas que haga», dijo Macri, que visitó la localidad cordobesa de Río Ceballos.
Como si se tratara de un guiño del destino, en el momento en que Báez era detenido en el aeropuerto bonaerense de la localidad de San Fernando, el jefe del Estado estaba en la Casa Rosada en un encuentro con senadores, entre los que se encontraban Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque del Frente para la Victoria (FPV), y Rodolfo Urtubey, a los que les agradeció su respaldo en la votación de la ley de pago de la deuda a los holdouts.
En el Gobierno también siguen con atención los movimientos que día a día dan los jueces federales de Comodoro Py. En sólo 120 días de gestión macrista, la Justicia encarceló al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, detuvo a Lázaro Báez y citó a indagatoria a Cristina Kirchner -declarará ante Claudio Bonadio el próximo miércoles-, junto con su ministro de Economía Axel Kicillof, por mencionar algunos ejemplos.
La celeridad que muestran por estas horas algunos magistrados genera cierta preocupación en algunos colaboradores de Macri.
«Que detengan a Jaime un sábado y al socio de la ex presidenta un martes no es bueno para la imagen del país. Nosotros no estamos en guerra. Por ahí es justo, pero no es bueno para nadie», dijeron a LA NACION fuentes de la Casa Rosada.
En los tiempos que maneja el Gobierno, ahora llegó el momento de retomar la agenda. Desde Balcarce 50 ya dan por superado el escándalo que se desató a partir de que se dio a conocer la relación de Macri con Fleg Trading, la compañía que creó Franco, su padre, en 1998 y que cerró diez años después, con la publicación de documentos de paraísos fiscales que involucraron a diferentes líderes mundiales.
«Ahora sólo impactará en la agenda de algunos medios, no en la nuestra», dijeron a LA NACION fuentes cercanas al Presidente.
Hoy, Macri se enfocará en la gestión. Como ya es habitual, recibirá a ministros en la quinta presidencial del Olivos para conocer los avances de los proyectos. Los funcionarios que fueron convocados a Olivos son Guillermo Dietrich (Transporte), Francisco Cabrera (Producción), Lino Barañao (Ciencia y Tecnología) y Patricia Bullrich (Seguridad).
Los ecos de la decisión
Elisa Carrió
Diputada (Cambiemos)
«Es un gran día de justicia. Se da después de muchos años que investigamos y denunciamos el saqueo»
Mariana Zuvic
Parlamentaria del Mercosur
«Cambiamos el «nadie va preso» x «justicia es posible en la nueva Argentina»»
Fernando «Chino» Navarro
Legislador bonaerense (FPV)
«No es malo que la Justicia investigue todo tipo de denuncia (…) Es raro por la velocidad de la detención»
Graciela Ocaña
Legisladora porteña (Confianza Pública)
«Así como criticamos al juez Casanello ahora creemos que actuó prudentemente al detener a Báez»
fuente LA NACIÓN