Parecía que la violencia y las amenazas en el Indec eran cosas del pasado. Pero no. Ayer, parte de la denominada «patota» -unas 40 personas aún vinculadas al organismo estadístico- subió con bombos al séptimo piso del instituto, más específicamente a las oficinas de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), y, entre gritos e insultos, rompió vidrios de una mampara que separa la dirección del pasillo. No hubo heridos, pero sí volvió a flotar en el ambiente el miedo que parecía haber sido erradicado por la nueva gestión.
Los violentos manifestantes, enrolados en la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), reclamaron la renuncia de la directora de la EPH, Cynthia Pok. UPCN fue el gremio que apoyó la intervención del kirchnerismo y la falsificación de los datos.
«Esto demuestra que la patota, que apretó trabajadores y manipuló información, sigue vigente y fuerte en el organismo, aun con una nueva dirección», contó Pok a LA NACION. La presencia activa de la llamada «patota» fue reconfirmada anteayer por varios técnicos enrolados en ATE, que presenciaban la conferencia de prensa que ofreció el director del Indec, Jorge Todesca. «La nueva dirección pactó con UPCN. Sólo se fueron los contratados a través de universidades, que eran ñoquis», criticó un delegado. «Todesca pactó con plata para que no haya lío. A varios los movieron de los puestos directivos, pero no los echaron del organismo», agregó.
Cerca de Todesca confirmaron que fue la llamada «patota» la que amenazó a Pok y cuestionaron la «violencia física y simbólica» contra la socióloga. Afirmaron que harán la denuncia penal, aunque consideraron la situación «un hecho aislado en un contexto particular», en alusión a la vuelta de Cristina Kirchner a la arena política en su paso por Comodoro Py.
Ante las presiones, Pok fue recibida ayer por Alejandro Speroni, director de Administración del instituto, y también por el director técnico, Fernando Cerro. Los delegados de ATE Indec afirmaron que mañana difundirán un comunicado para denunciar el hecho y reclamar acción a las autoridades.
El 17 de marzo pasado, UPCN ya había anunciado que tomaría cartas en el asunto. Acusaron a Pok de desplazar a trabajadores de la EPH. «Son patota», había señalado la socióloga. «Queremos manifestarle nuestro más profundo repudio a la situación de persecución y hostigamiento que usted está llevando a cabo en su dirección», escribieron en una nota dirigida a Pok. «Consideramos que querer desplazar a compañeros sin ningún motivo genuino es sin duda alguna una persecución ideológica y gremial que avasalla los derechos de los trabajadores», siguieron.
«No vamos a tolerar que se siga señalando caprichosamente a compañeros con la intención de complacer sus aires de revanchismo», criticaron entonces. La nota firmada por Rafael Prochet, secretario general de la delegación de UPCN en el Ministerio de Economía, cuenta además que el 10 de marzo pidieron una reunión con Pok y no hubo respuestas por parte de la directora.
La ex directora técnica Graciela Bevacqua había advertido esta situación una semana después de su salida. «Es uno de los problemas que tiene el Indec, la convivencia con la patota, que está ocupando algunos cargos técnicos, no directivos, pero sí técnicos», consideró. «Con mi desplazamiento, la gente quedó con más miedo», dijo.
Los rumores cuentan que, en un intento de calmar los ánimos, las autoridades habrían contratado un mediador: no funcionó.
fuente LA NACIÓN