Los primeros cinco meses y medio del gobierno de Mauricio Macri muestran cambios en el orden de prioridades de la Casa Rosada a la hora de beneficiar a las provincias con el reparto de fondos discrecionales. El mapa del reparto de transferencias no automáticas (las que dependen de decisiones arbitrarias del Poder Ejecutivo) registró varias modificaciones respecto del esquema de distribución que durante 12 años delineó y consolidó el kirchnerismo.
Los contrastes surgen de comparar las transferencias dispuestas por Néstor y Cristina Kirchner entre 2003 y 2015 con los envíos decididos por Macri entre el 1° de enero y el 14 de junio pasados. Para poder detectar cambios de perfil en el reparto, la comparación está planteada en porcentajes del universo total de transferencias.
Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) elaborado a partir de datos del Sistema Integrado de Información Financiera (Sidif) al que accedió LA NACION, las provincias que más treparon en el nuevo ranking son La Pampa y Santa Fe.
La primera, gobernada por el peronista Carlos Verna, escaló 9 posiciones: saltó del puesto 20 al 11. Hasta la semana pasada, La Pampa recibió el 3,8% del total de fondos transferidos. Durante el kirchnerismo la provincia ocupaba el puesto 20 y recibía el 1,8 % de los envíos no automáticos.
Las transferencias no automáticas son subvenciones no reintegrables y gratuitas que se asignan a las provincias para asistirlas en el financiamiento de gastos corrientes (salarios, servicios, mantenimiento) y gastos de capital (obras de infraestructura y equipamiento). No están previstas por ley ni se reparten según criterios preestablecidos. Dependen siempre del arbitrio del Poder Ejecutivo.
Santa Fe, al mando del socialista Miguel Lifschitz, un socio «a medias» del gobierno nacional, ascendió cinco lugares, del séptimo al segundo puesto. Mientras que durante el kirchnerismo embolsó el 5,1% del dinero repartido arbitrariamente por la Casa Rosada, en lo que va del año recibió el 5,8%.
Para el diputado Mario Barletta (UCR-Santa Fe), el Gobierno «no está planteando un esquema de distribución desde una lógica política», sino «desde reclamos y dificultades específicas de las provincias». Consultado por LA NACION, recordó en ese sentido que su provincia atravesó una situación «muy compleja» por las inundaciones de principio de año, pero que aun así no tiene grandes dificultades financieras, en buena medida por el fallo de la Corte Suprema que le ordenó al Gobierno dejar de retraerle el 15% de coparticipación para financiar a la Anses.
Hay un lote de provincias que mejoraron su posición, aunque no sustancialmente. El grupo, en el que conviven aliados y opositores, incluye a Mendoza (trepó del 3,1% al 3,7% del total), Formosa (pasó de 5,1% al 5,5%), La Rioja ( de 4,2% a 4,5%) y San Juan (de 2,9% a 3,6%). Aquí los opositores son mayoría. Mientras que Mendoza es gobernada por el radical Alfredo Cornejo, las otras tres tienen gobernadores peronistas: Gildo Insfrán, Sergio Casas y Hugo Passalacqua, respectivamente.
A la cabeza de la lista, y por mucho, está (y estuvo a lo largo del kirchnerismo) la provincia de Buenos Aires. En el distrito que hoy gobierna la macrista María Eugenia Vidal el porcentaje de envíos no automáticos apenas se modificó. A lo largo del kirchnerismo obtuvo el 17,3% de los fondos distribuidos y en los primeros cinco meses y medio de este año recibió 17,7%.
Siempre en términos porcentuales, las provincias más perjudicadas por el reparto que hasta ahora dispuso Macri son Santa Cruz y Tucumán, ambas gobernadas por la oposición. La tierra de los Kirchner cayó del puesto 11 al 23. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina, Santa Cruz fue beneficiada con el 4,4% de todo el dinero distribuido de manera arbitraria por el Poder Ejecutivo. En lo que va del año, esa porción se redujo drásticamente al 1,3 %.
Tucumán, en tanto, retrocedió 11 lugares, del quinto al 16. A Juan Manzur, Macri le remitió el 3,2% de los recursos no automáticos. A su predecesor, José Alperovich, los Kirchner le enviaron el 5,1%.
Según Daniel Lipovetsky, diputado de Pro y vocal de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, el retroceso de Tucumán en el ranking es una «muestra clara» de que el gobierno de Macri «no sólo no reparte plata entre los aliados» ni «paga favores políticos» con fondos, sino que «ayuda a las provincias que más lo necesitan». Para reforzar el razonamiento, destacó que Manzur apoyó públicamente iniciativas clave para el oficialismo, como el pago a los holdouts y la devolución del IVA a sectores vulnerables.
Hay distritos, como la ciudad de Buenos Aires, que a lo largo del año recibieron la misma porción de recursos que durante el kirchnerismo.
fuente LA NACIÒN