A partir de hoy, la Corte Suprema tendrá cuatro jueces: a las 12, el doctor Horacio Rosatti prestará juramento ante el presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti , en una ceremonia que se realizará en el Palacio de Justicia.
En tanto, el doctor Carlos Rosenkrantz, cuyo pliego también fue aprobado por el Senado hace dos semanas, postergó su incorporación para agosto, por lo cual sólo a partir de ese momento la Corte quedará completa con sus cinco integrantes.
Por cierto, en el Senado están a estudio doce proyectos que proponen elevar el número de ministros a siete, nueve, trece e incluso veinticuatro miembros. Y varios de ellos incluyen la perspectiva de género y, también, la representación por provincias.
Nada de eso, sin embargo, parece tener el aval del Gobierno, ni de la propia Corte y todo indica que el número de jueces de la Corte seguirá siendo el tradicional de cinco (excepcionalmente tuvo nueve o siete).
Fuentes de Cambiemos explicaron que el presidente Mauricio Macri «no quiere aparecer impulsando una ampliación del cuerpo que pueda darle a la sociedad la sensación de que el Poder Ejecutivo quiere controlar el cuerpo. Si la oposición busca avanzar, que junte el número». Macri, aún así, podría vetarlo.
Prueba de ello es que el senador Federico Pinedo no asistió ayer al plenario que celebraron las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Presupuesto y Hacienda, de Justicia y Asuntos Penales y de Banca de la Mujer. Tampoco lo hizo el ministro de Justicia, Germán Garavano .
Más contundente aún fue la prueba del poco interés de la Corte en su ampliación: la jueza Elena Highton, el fin de semana, dijo que «con cinco jueces el tribunal funciona muy bien». Y, ayer, tanto ella como Lorenzetti no asistieron a la invitación para exponer en el plenario de comisiones.
La idea ni siquiera fue defendida por los académicos que ayer sí asistieron al encuentro. Hernán Gullco, de la Asociación por los Derechos Civiles, dijo que la cantidad de jueces «no parece un tema central» y sostuvo que «la experiencia» durante el menemismo «fue muy mala». Además, la división en varias salas -como propone el senador Marcelo Fuentes (FPV)- sólo «agudizaría el problema» de dictar fallos contradictorios».
El fiscal Javier De Luca, de la agrupación kirchnerista Justicia Legitima, criticó a la Corte por «aristocrática», pero coincidió en que «la realidad del Poder Judicial no se va a resolver con el aumento de miembros de la Corte».
Claudia Caputi, en representación de la Asociación Argentina de Mujeres Juezas, defendió «la necesidad» de incorporar mujeres al tribunal. En igual sentido se pronunció Diana Maffía, directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de Ciudad de Buenos Aires, quien sin embargo cuestionó que «ninguno de los proyectos justifica con datos o estudios por qué una Corte con más miembros mejora la tarea institucional».
fuente LA NACIÒN