«Se fue, sí, se fue», confirmaban altos funcionarios a la prensa, ubicada a un costado del escenario. Apenas habían pasado las 10 y el presidente Mauricio Macri se retiraba del acto de conmemoración del atentado sin escuchar los discursos.
Terminado el acto, abundaron los justificativos oficiales, aunque quedaron flotando la duda y cierto malestar en los ámbitos comunitarios por la repentina ida de Macri. Se valoraba, eso sí, la presencia del Presidente luego de cinco años sin jefes del Estado en Pasteur al 600 (la última en venir fue Cristina Kirchner, en 2011).
«Es el Presidente, no se lo puede exponer a una hora y media de discursos», afirmó a LA NACION un secretario de Estado, que valoraba los pasos dados por el primer mandatario dentro y fuera del edificio de la AMIA-DAIA. Para ese funcionario, estaba «acordado» que Macri estuviese en la ofrenda floral en el monumento a las víctimas, en el patio de la sede comunitaria. Según pudo saber LA NACION, y por pedido de los familiares de las víctimas y luego de una negociación de la que participó el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, Macri accedió a quedarse en la primera parte del acto central. Cumplió, al igual que con su anunciado retiro. «Fue un tema de agenda», explicó el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, a la prensa tras el evento. El ministro y rabino valoró la presencia de Macri como «símbolo de su investidura», y resaltó el «compromiso personal» del Presidente con el esclarecimiento del atentado. «Y… se fue porque ya es un señor mayor», lo chicaneó entre bromas un ministro durante el acto. Los recientes problemas de la salud presidencial, sobre todo la arritmia, y el intenso frío que hacía a esas horas habrían influido en la decisión.
«Es una vergüenza. ¿No se podía quedar media hora más?», se indignaba un reconocido dirigente comunitario cuando LA NACION lo consultó, poco antes de finalizar el acto. Las autoridades de la AMIA y la DAIA prefirieron resaltar el «gesto» de Macri de participar de la conmemoración. «Lo importante es que venga y que trabaje para esclarecer el atentado. Lo demás es anecdótico», dijo otro dirigente.
Lo cierto es que, además de Macri, la mayoría de sus ministros se fue del lugar con el acto sin terminar. Entre los que se quedaron hasta el final estuvieron Pablo Avelluto (Cultura), Hernán Lombardi (Medios) y la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
fuente LA NACIÒN