Tiempo atrás había «movimiento de autos importantes» en torno al convento Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en General Rodríguez, y mucho movimiento, sobre todo los domingos. Estos detalles dio ayer Jesús Ojeda, el vecino del monasterio que llamó a la policía cuando vio a José López arrojar bolsos con US$ 9 millones por encima de la cerca del predio.
Ojeda declaró ayer como testigo ante el juez federal Daniel Rafecas , que busca terminar de reunir las últimas pruebas antes de indagar a la hermana Inés, nueva sospechosa de encubrimiento en el caso, y a la esposa de López, María Amalia Díaz, partícipe en el enriquecimiento de su esposo. Quienes hoy completarán esas pruebas son otras dos monjas que viven en el monasterio, María y Marcela, que declararán ante Rafecas en los tribunales. Marcela dijo que ella estaba en el lugar, junto con Inés, cuando llegó López con los bolsos llenos de dólares y un arma semiautomática, que dejó en el piso, junto a la entrada de la casa situada dentro del convento.
El vecino Ojeda, que se dedica a criar pollos en su campo frente al convento, fue testigo del procedimiento policial realizado en la madrugada del 14 de junio en el interior del convento. Vio cómo decomisaron los dólares y los movimientos de las monjas . Las autoridades pensaban que podía aportar algo más sobre la relación de la hermana Inés con López o describir de un modo más acabado qué hizo con los bolsos, pero nada nuevo surgió.
En cambio, Ojeda fue muy gráfico al decir que desde hace 30 años vive ahí y que era la primera vez que ingresaba al monasterio. Contó que tiempo atrás, sobre todo los domingos, veía «movimiento de autos importantes» en torno al convento.
Eran los tiempos del kirchnerismo, cuando funcionarios de Planificación visitaban el lugar. La esposa de López era el nexo religioso con el convento y la Secretaría de Obras Públicas, el nexo económico. Esto es lo que surgió de los últimos hallazgos en el monasterio, a partir de registros en los que se le pidieron fondos al Estado, vía López.
Ojeda explicó ayer que la hermana Inés había llegado en los últimos tiempos de Luján para cuidar a la hermana Alba, de 94 años, que vive allí postrada. De hecho, el juez ya decidió que la madre superiora no es parte de la investigación, dado su estado de salud.
El vecino mencionó que en otros tiempos el monasterio albergaba a monjas jóvenes que hacían sus votos de clausura en el lugar y eran visitadas con frecuencia por sus familiares, especialmente los fines de semana.
La declaración de Ojeda se produjo casi al mismo tiempo que el abogado de López, Fernando García, afirmó que «un sector de los servicios de inteligencia lo siguió [a López] de forma ilegal» antes de ser detenido.
Ojeda relató que la madrugada de la detención se despertó preocupado porque escuchó ruidos fuera de su casa y creyó que le estaban robando la camioneta que utiliza para el reparto de pollo, por lo que se asomó a la ventana.
Fue entonces cuando el testigo dijo que observó a un hombre tirando «bolsas negras» por encima de un tapial hacia el interior del convento y que se acercó a la escena para hacer notar su presencia. Pero eso no alteró al desconocido, quien -a pesar de haber advertido que lo estaban viendo- saltó el portón del monasterio. Tras el episodio, Ojeda llamó a la policía: contó lo ocurrido y les pidió a los agentes que ingresaran al convento para revisar que no hubiera problemas con las monjas.
En su declaración, el vecino afirmó que cerca de las 6 se alejó de la escena para ir a buscar a su mujer al trabajo y contó que, cuando volvió, los policías le pidieron que oficiara de testigo del procedimiento, por lo que ingresó por primera vez al convento, adonde la policía ya había ingresado. Además, le dijo al juez que tuvo oportunidad de ver el cargador del arma con la que López entró al convento, según quedó registrado en las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar.
Difunden un video del peritaje de los dólares
La televisión difundió anoche nuevas imágenes de los casi nueve millones de dólares que José López intentó esconder en un monasterio de General Rodríguez. Sólo que los billetes no estaban en los bolsos del ex funcionario kirchnerista, sino en la casa matriz del Banco Provincia, en momentos en que eran peritados por un experto de la entidad y por tres integrantes de la Policía Federal.
El peritaje fue ordenado por el juez federal que lleva la causa, Daniel Rafecas, que pretende determinar por esa vía la procedencia del termosellado de los billetes o dar con registros de los números de serie de los dólares. El video fue difundido por TN y en él se ve una pila imponente de billetes.
fuente LA NACIÒN