Entre diciembre de 2015 y mayo de 2016 se registró una disminución de 106.944 puestos de trabajo en relación de dependencia, sólo en el sector privado formal, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), difundidos en un informe del Ministerio de Trabajo. En la comparación interanual (mayo contra el mismo mes de 2015) la contracción fue de 59.840 asalariados.
Según el informe, en mayo respecto de abril se perdieron 40.114 empleos, pero según la cartera laboral hay que «desestacionalizar el número». «Igual que lo que ocurrió en abril (cuando hubo una merma de 56.338 trabajadores en el sector privado), parte de la caída verificada en mayo obedece a factores estacionales. Todos los años, mayo es un mes en el cual las empresas de un conjunto de sectores de actividad reducen sus niveles de empleo», dice el informe. Son, según la cartera laboral, servicios empresariales, inmobiliarios y de alquiler, agro, restaurantes, hoteles y la industria manufacturera. Desestacionalizado, entonces, la cantidad de trabajadores que se quedaron sin empleo en mayo fue de 12.400.
No hay un registro sobre la situación laboral de quienes tienen un empleo informal, que comprenden al 42% de la población económicamente activa y son un grupo muy vulnerable a los vaivenes económicos. Vicente Donato, director de la Fundación Observatorio Pyme (que reúne información de empresas de entre 10 y 200 empleados, que ocupan entre el 40 y el 45% del empleo del país), dice que el fenómeno de la informalidad es enorme. Pero además, sostiene que debe aumentar la cantidad de empresas en el país. Una comparación con Chile, según Donato, muestra que la Argentina tiene sólo 13 empresas cada 1000 habitantes y creó 3000 empresas por año en los últimos 5 años, mientras que Chile tiene 53 empresas cada 1000 habitantes y creó 20.000 empresas por año en el mismo período.
Problema antiguo
«En el primer trimestre de 2016 se perdieron 6000 empleos registrados y no registrados en las pymes industriales, pero esa cifra llega a 25.000 si se cuentan comercios y servicios», agrega Donato. Asegura que «esta situación no es de ahora, sino que viene de los últimos meses. Venimos desde 2012 con estanflación y la pérdida de empleos se debe a una situación estructural que viene desde hace varios años».
La construcción es el sector más castigado en materia de empleo, con una merma de 53.000 puestos entre mayo de 2015 a el mismo mes de este año, según datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). En mayo del año pasado había 421.373 empleados en el sector, mientras que en mayo pasado había registrados 368.399 trabajadores. Y según datos del Indec, la actividad del sector sufrió en junio una baja interanual del 19,6%.
Sin embargo, según fuentes de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) «en los últimos meses se registró un estancamiento en la actividad, sin grandes caídas y sin un gran crecimiento». La actividad creció, pero poco, en la Capital Federal, Córdoba y Santa Fe.
«Está demorado el inicio de la obra pública», dicen en el sindicato. Por su parte, fuentes de la cartera laboral afirman que la obra pública «no se pone en movimiento de un día para el otro. hay una serie de procesos que hay que seguir. En el segundo semestre, más hacia la primavera, hay muchas obras que estarán en marcha».
Para Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, «la caída del empleo se da en un nivel mayor en el Gran Buenos Aires. La economía está en recesión, con una caída de más del 2% del PBI año contra año. Para que crezca el empleo debe haber signos claros de reactivación más hacia el cuarto trimestre, para que en los primeros meses de 2017 ya se vean números más claros de aumento del empleo privado formal, esperemos que no del empleo público».
fuente LA NACIÒN