Con la renuncia de Ricardo Echegaray a la Auditoría General de la Nación (AGN), el PJ dio ayer otro paso en el lento y sinuoso camino de alejamiento del kirchnerismo. El reemplazante todavía no fue designado, pero en el partido hay acuerdo para que el próximo jefe de la AGN sea el ex auditor y diputado santafecino Oscar Lamberto.
Ambas novedades quedarán oficializadas el jueves de la semana próxima, cuando se reúna el Consejo Directivo del PJ, que integran 28 dirigentes, entre ellos representantes del kirchnerismo más ortodoxo, como el jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Héctor Recalde; el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, y el referente de La Cámpora y diputado Eduardo «Wado» de Pedro.
La renuncia de Echegaray, acorralado por una serie de causas en las que lo investiga la Justicia, trastocó la agenda de la reunión de mesa chica que el Consejo del PJ convocó ayer. Es que Echegaray se presentó en persona en el despacho del presidente del PJ, el sanjuanino José Luis Gioja, para presentarle la renuncia. Eran las 18.30 y el encuentro de la mesa chica del partido estaba previsto para las 19.
En el texto, Echegaray no disimuló el vínculo entre su decisión de dar un paso al costado en la AGN y el complicado panorama judicial que enfrenta. «Motiva la presente [su renuncia] allanarle al Partido Justicialista la posibilidad de gestionar mi reemplazo en el cargo, habida cuenta de que las cuestiones sobre las que estoy rindiendo cuentas en la justicia federal insumen tiempos prolongados para su decisión esclarecedora que pueden incidir temporalmente en mi gestión al frente de la AGN», escribió Echegaray en su carta, de tres párrafos.
Echegaray está procesado por instigación al falso testimonio en una causa que le inició el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y también es investigado por enriquecimiento ilícito, por supuestas fallas en el control de la obra pública y por la evasión del impuesto al combustible de la que está acusado Cristóbal López. Además, tiene pedido de indagatoria en el caso Ciccone. El procesamiento en el primer expediente lo había alejado provisoriamente de la conducción de la AGN en mayo pasado.
La salida de Echegaray y su reemplazo se llevaron buena parte de la reunión convocada por el jefe del bloque justicialista en el Senado y secretario político del PJ, Miguel Pichetto. Fue un encuentro informal. No se hizo en la sede del PJ Nacional de la calle Matheu, sino en el hotel Savoy, a dos cuadras del Congreso. Participaron media docena de gobernadores y la ausencia más notoria fue la de Daniel Scioli, vicepresidente del partido.
Además de Gioja y Pichetto, participaron de la reunión los gobernadores Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Uñac (San Juan), Lucía Corpacci (Catamarca) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego). Estuvieron además el vicegobernador de Santiago del Estero, José Neder, y los senadores José Alperovich (Tucumán) y Omar Perotti (Santa Fe).
A Scioli no lo invitaron. Anoche, los peronistas reunidos en el salón Afrodita del entrepiso del hotel todavía mascullaban bronca por la foto que el ex gobernador bonaerense se sacó anteayer con Cristina Kirchner en el Instituto Patria. «No puede hacer una cosa semejante sin avisar siquiera», se quejó con gestos ampulosos uno de los asistentes a la reunión ante LA NACION. «No pienso nada», intentó esquivar Gioja cuando le preguntaron por la postal, ya terminado el encuentro. «¿Usted se hubiera sacado una foto así?», le repreguntaron. «En el Partido Justicialista, sí», contestó. Una manera apenas elegante de no ir al choque. No del todo, al menos.
Gioja también se cuidó de dar por confirmado a Lamberto, aunque al menos seis participantes de la cita en el Savoy dieron por hecho que el santafecino será el próximo jefe de la AGN y que quedará confirmado el jueves de la próxima semana. Ex integrante del cuerpo de auditores de la entidad por la mayoría peronista, fue diputado y senador nacional, cargos que lo tuvieron en un rol protagónico como presidente de las comisiones de Presupuesto y Hacienda.
«Hay momentos en la vida en los que vale más la vergüenza que el miedo.» Con esa frase que atribuyó a Juan Perón, Lamberto aportó en 2011 el voto clave con el que la AGN aprobó un informe sobre irregularidades en la ejecución de los fondos de Fútbol para Todos (FPT) que luego se volvió denuncia y causa judicial contra tres ex jefes de Gabinete. Aquel movimiento le valió el enojo irreversible de Cristina Kirchner.
fuente LA NACIÒN