Desde su desplazamiento como titular de la Aduana el viernes pasado, Juan José Gómez Centurión ha pasado por todos los medios y canales de TV para defenderse. El ahora desplazado funcionario no sólo ha expresado ser inocente y reiterado su campaña contra la corrupción en la Aduana desde que asumió en el cargo, sino que además dijo que hay gente del ex espía Antonio «Jaime» Stiuso detrás de «una operación» para perjudicarlo.
En los audios difundidos por un portal de noticias -que detonaron la denuncia por corrupción en su contra-, se escucha al empresario Carlos Oldemar Barreiro Laborda, alias «Cuqui», ex dueño de la compañía de alarmas y recuperadora de autos robados Lo Jack, a quien Centurión señaló como «un informante». «No es lo mismo que un asesor», expresó.
Y es Barreiro Laborda quien apunta ahora a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por la situación que tiene acéfala a la Dirección General de Aduanas (DGA), al señalar a la subdirectora de la AFI como la responsable de «hacer la cama» para grabarlo, editarlo y «sacarlo de contexto».
En diálogo con el diario Perfil, el empresario sostuvo que sí es su voz la de las escuchas: «Sí. Me editaron y me sacaron de contexto. Me pusieron micrófonos en mi casa de San Isidro, violaron mi domicilio, fue una rata de AFI».
«El micrófono estaba abajo de la cómoda, al lado de donde tomo café. La cama la hizo [Silvia] Majdalani. Yo desconfío de algún chofer mío, que seguro quebraron», sostuvo Barreiro Laborda, según la publicación.
También negó haber participado de hechos de corrupción, ni en nombre de Gómez Centurión ni en el suyo. «Los audios están editados», dijo.
Y continuó, sobre Majdalani: «Me venían siguiendo hace tiempo, tengo la denuncia hecha. Aquí el que caminaba la calle en nombre de Majdalani era Carlos Farré, que trabajaba para ella en Ezeiza. Este tipo me amenazó y me dijo que me tenía que juntar con él. No puedo reproducirte lo que le dije. Ahora, yo lo que no entiendo es como [Mauricio] Macri, si por una denuncia anónima, separa a Centurión, porque no hace lo mismo con Majdalani que está metida en lavado de activos y cuentas en el exterior».
El domingo, Gómez Centurión también dijo que cree que fue «la banda» de la Aduana de Ezeiza la que armó la operación en su contra, y los relacionó a causas e investigaciones sobre el tráfico de efedrina. «Creo que fue gente vinculada a Stiuso. La banda que más fuerza hizo [para evitar cambios en la Aduana] fue Ezeiza. Tratar de cambiar Ezeiza y tratar de cambiar a los operadores, que yo creo que tienen doble legajo, fue complicado».
fuente LA NACIÒN