El programa La Cornisa, conducido por Luis Majul, reveló cuatro de esas escuchas, en las que vuelve a aparecer el informante Carlos Oldemar «Cuqui» Barreiro Laborda, escuchas que se reciben en medio de sospechas por el involucramiento de los servicios de inteligencia, couriers de Ezeiza y nexos con traficantes de efedrina en el caso.
En la primera, Barreiro Laborda aparece hablando con Gustavo Mariezcurrena, jefe de courier del Aeropuerto de Ezeiza, también investigado en la causa y separado de su cargo, igual que Gómez Centurión.
En la conversación, Barreiro Laborda le dice a Mariezcurrena que tiene que dejar pasar a una persona por Ezeiza sin controlarla y le aclara que, para que pueda identificarlo, le va a mandar una foto. Además le sugiere que al identificarlo «muera de amor».
Barreiro: Entonces este muchacho que llega hoy también es «morí de amor», escuchaste?
M: Sí, sí.
Barreiro: Que me lo tenés que hacer esperar.
M: Tenés el nombre, porque no me pasaste nada.
Barreiro: Sí, te pasé, papá. Te pasé la foto.
M: No, no, no!
Barreiro: Te pegué la foto.
M: Pero no el nombre.
Barreiro: La foto, el vuelo, todo
En otra de las escuchas Barreiro habla de parte del «jefe» (supuestamente en nombre de Gómez Centurión, a quien nunca nombra). Dice que armó una comisión para el negocio de la Aduana y menciona que «el jefe» se reunió con Carlos Linsalata, desplazado coordinador y supervisor de la Aduana (también investigado en la causa) para retarlo por «no hacer bien los deberes».
Además, le explica cuánto hay que poner para el negocio. Barreiro dice que él puede armarlo porque en el edificio [de la Aduana] están las personas claves para hacerlo rápido y al final dice quiénes están metidos en esta comisión: señala a Edgardo Paolucci, director de la Aduana de Buenos Aires, también investigado y suspendido en su cargo y a Gustavo Mariezcurrena, jefe de courier del aeropuerto de Ezeiza.
En esta grabación, como en las primeras recibidas por la ministra de Seguridad Patrcia Bullrich de manera anónima -y que impulsaron la denuncia en su contra-, se escuchan también ruidos e interferencias que pueden ser producto de alteraciones. Además de presumir que los audios fueron editados, también aparecen las voces de dos personas no identificadas.
fuente LA NACIÒN