Mucho se habla de aquellos que vivieron esa época donde la frase » leña…leña » significaba palo al que opinaba diferente, romper cabezas, instruir a los niños desde la primaria a la doctrina peronista para asegurarse su extensión en el tiempo, un Perón que era más importante que Dios y que cualquier padre, palabras dichas por Eva Duarte de Perón y Juan Domingo Perón y como frutilla del postre la persecución ideológica del empleado público.