Un nuevo tramo del camino para desarchivar la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner porque supuestamente buscó encubrir a Irán en la causa AMIA se recorrió ayer: el Consejo de la Magistratura ratificó como jueces suplentes de la Sala I de la Cámara de Casación a los magistrados Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, que se pronunciarían por reabrir ese caso.
La decisión del consejo se conoció al mismo tiempo que el dictamen del fiscal Javier de Luca, que reiteró su postura para mantener el caso archivado por inexistencia de delito. Lo hizo en un escrito en el que señala que esgrimir la relación entre la muerte de Nisman y su denuncia como delito es «indigno» porque son dos casos diferentes, y sostuvo que indagar sobre las llamadas de la ex presidenta y el resto de los acusados, como Luis D’Elía o Fernando Esteche, es más una medida de espionaje que una prueba judicial.
Por lo pronto, ayer el Consejo de la Magistratura emitió la resolución 640, que deja a Borinsky y Hornos como subrogantes en la Sala I, que tiene dos vacantes. Ambos jueces se mostraron críticos del kirchnerismo. Ese tribunal lo completa la jueza Ana María Figueroa, en sintonía con el kirchnerismo en sus fallos. Estos tres jueces son los que -en la instancia anterior a la Corte- deben resolver, además de la causa por la denuncia de Nisman, en casos que involucran a Cristina Kirchner, como Hotesur, dólar futuro y Los Sauces. El juez Juan Carlos Gemignani fue confirmado en la Sala III del tribunal.
En la causa por la denuncia de Nisman, el fiscal De Luca anticipó lo que serán sus argumentos de cara a la audiencia prevista para el 19 de diciembre, donde la DAIA -como pretensa querellante- dará sus razones para desarchivar el caso y la fiscalía explicará por qué no constituye delito.
De Luca cuestionó la falta de definición sobre si la DAIA puede ser querellante con los poderes que presentó para querellar. Pero fue más allá, al entender que el pacto con Irán no es delito: «No es posible que unos jueces o fiscales, a pedido de un puñado de personas, sean éstas imputadas, víctimas o representantes de ellas, manejen las relaciones exteriores del país. Para eso están los representantes del pueblo que la Constitución designa: los poderes Ejecutivo y Legislativo», dijo.
Tras considerar improcedentes a los testigos que propuso la DAIA, a quienes consideró «opinólogos», dijo que los pedidos para conocer las llamadas de Cristina o el resto de los acusados, sus reuniones, movimientos migratorios o quienes la acompañaron a la Asamblea de la ONU son «más propios de actividad de inteligencia operando por fuera de la ley que del ámbito judicial».
De Luca aseguró además que es indigno vincular la muerte de Nisman con su denuncia: «El razonamiento es falaz porque aquí se trata de determinar si los hechos denunciados encuadran o no en alguna figura penal, cualquiera haya sido el denunciante y las consecuencias que su denuncia le pudieran haber traído. Es en otro proceso donde se tratan de establecer las causas de su deceso, para lo cual -a su vez- no tiene relevancia alguna si los hechos por él denunciados constituyen o no un delito», escribió.
Sostuvo además que introducir como prueba un supuesto borrador de un voto no emitido por un camarista, publicado por Clarín, en el que se señala que quien no falle como él dice está cometiendo un delito, constituye una presión sobre los jueces. De Luca concluyó que debe rechazarse el pedido de la DAIA para reabrir el caso. Con estos argumentos, más los de la DAIA, los camaristas Figueroa, Borinsky y Hornos resolverán luego de la audiencia del 19 de diciembre y antes de fin de año.
Los jueces confirmados
Gustavo Hornos
Subrogante de la sala I
Mariano Borinsky
Subrogante de la sala I
Posible decisión
Avalarían reabrir el caso de la denuncia de Nisman
Posturas
Ambos son críticos del kirchnerismo
Otras causas
Además del caso Nisman, deberán resolver otras causas que involucran a Cristina Kirchner, como Hotesur, dólar futuro y Los Sauces.
fuente LA NACIÒN