El Gobierno definió ayer la adquisición de equipamiento para las fuerzas federales con una inversión superior a los cien millones de dólares. Se trata de la mayor compra de sistemas de armas y de seguridad en los últimos veinte años. Puestos de frontera vigilados con globos aerostáticos, lanchas artilladas, un helicóptero de transporte de tropas y camionetas forman parte del paquete de refuerzo de material aprobado por la Casa Rosada y publicado ayer en el Boletín Oficial.
Tal como adelantó LA NACION en su edición del 5 de diciembre pasado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich , acordó en su última visita a Israel la adquisición de cuatro lanchas artilladas para la Prefectura. El modelo elegido es de la clase Shaldag, unidades con fuerte poder de fuego en proa y popa a partir del cañón Typhoon de 25 mm y el sistema Oerlikon de 20 mm; además cuentan con dos ametralladoras pesadas calibre 50.
El costo de esa operación es de 49 millones de dólares. Fue utilizado el sistema de acuerdo comercial entre países para concretar la transacción como una compra directa.
Esas lanchas serán usadas en el río Paraná para controlar lo que se conoce como «la autopista fluvial de la marihuana». La Prefectura dio ya un golpe importante en esa vía el viernes pasado, cuando abordó un barco que transportaba un cargamento de casi ocho toneladas de cannabis que bajaba por la Hidrovía. Más de 30 toneladas de esa droga fueron incautadas en 2016 sólo en la ribera del Paraná .
Con las lanchas Shaldag se espera poder concretar operativos sorpresa gracias a la velocidad de esas embarcaciones, capaces de alcanzar casi de inmediato 40 nudos (75 km/h). Con poco calado, esas lanchas pueden llevar hasta 12 hombres de fuerzas especiales para dar golpes de mano en las zonas de acopio ribereño de drogas.
Pasos fronterizos
En el Boletín Oficial también figura la inversión de 35 millones de dólares para adquirir a Israel tres sistemas integrados de control de frontera. En principio serán instalados en La Quiaca (Jujuy), Aguas Blancas (Salta) y cerca de Puerto Iguazú para la protección de la Triple Frontera. Esos equipos, con similar tecnología a la empleada en las fronteras israelíes, se sustentan en la vigilancia electrónica que dan las cámaras instaladas en globos aerostáticos.
Las cámaras, instaladas a 600 metros de altura, permiten observar un vehículo a 15 kilómetros de distancia y posibilitan la verificación del movimiento de personas a unos siete kilómetros. El sistema se compone, además, de otras cámaras fijas y de alarmas de movimiento que ayudan a orientar el objetivo de los globos hacia los blancos.
Aunque ya se decidió cuáles serán las primeras ubicaciones de esos sistemas de vigilancia aérea, las unidades podrán ser desplegadas en forma rápida en distintos lugares según las necesidades tácticas.
Uno de los usos que se piensa otorgar a esas cámaras aéreas tiene relación con la detección de pistas ilegales. Para actuar concretamente sobre esos lugares, el Ministerio de Seguridad habilitó la compra de un helicóptero de transporte para la Gendarmería, con un costo de algo más de diez millones de dólares. Las unidades aéreas de esa fuerza no permiten hoy asaltos rápidos contra las pistas clandestinas por tratarse de helicópteros más preparados para la observación que para maniobras tácticas.
También se encuentra en proceso de licitación la adquisición de dos aviones espías para ser operados en la frontera Norte.
Dentro de las compras dadas a conocer ayer figura una asignación de ocho millones de dólares para aumentar la cantidad de camionetas para las fuerzas de seguridad.
fuente LA NACIÒN