La multitud empezó a abrirse, de manera rápida y respetuosa, a medida que Sandra Arroyo Salgado avanzaba hacia el escenario, abrazada a sus hijas Iara y Kala, y a su ex suegra, Sara Garfunkel. «¡Justicia, justicia!», clamó la multitud mientras aplaudía a la familia del fiscal Alberto Nisman, a quien homenajearon ayer en la Plaza de Mayo sus familiares, miembros de la Justicia y la comunidad judía, al cumplirse dos años de su misteriosa muerte.
El homenaje, al que asistieron más de mil personas, duró algo menos de una hora, tuvo nutrida presencia del Gobierno y combinó el tono emotivo con durísimas críticas a la ex presidenta Cristina Kirchner, al ex canciller Héctor Timerman y a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Los tres oradores (el familiar de la AMIA Luis Czyzewski, el escritor Federico Andahazi y el fiscal Germán Moldes) los acusaron de querer «ensuciar» a Nisman, que falleció un día antes de presentar en el Congreso su denuncia contra la ex presidenta y otros ex funcionarios por presunto encubrimiento de la responsabilidad de Irán en el atentado contra la AMIA.
«La sociedad y los que conocíamos al fiscal coincidimos en sentir que no se suicidó», dijo Czyzewski, papá de Paola, fallecida en el ataque a la AMIA, hace 22 años.
Tal vez por la empatía que provoca la muerte violenta de un ser querido, Czyzewski les habló a las hijas de Nisman, que un rato antes habían encendido una vela en homenaje a su padre. «Chicas, su papá les dejó un legado muy grande: dejó su vida por lo que estaba investigando», dijo el familiar a las dos niñas. «Lleven orgullosas el apellido que tienen, aunque sabemos que la herida nunca cicatriza», agregó Czyzewski. Al igual que los otros dos oradores, apuntó a la ex presidenta. «A usted nadie la acusa de lo que pasó hace 22 años, sino de lo que pasó hace cuatro», afirmó el familiar, en referencia al memorándum firmado por su gobierno con Irán en enero de 2013. «La muerte de Nisman tiene el impacto emocional de los magnicidios (?) Con él no sólo murió un hombre, sino una parte de la República», leyó a su turno Andahazi. El escritor apuntó a la reacción del gobierno anterior en las horas posteriores a su denuncia y muerte, y dijo que se recordarán «las caras y las palabras obscenas de quienes quisieron matarlo (a Nisman) por segunda vez». Terminó con un tono optimista, retomado por Moldes al afirmar que «no pudieron apagar el fuego y la llama sigue encendida». Aplaudían la vicepresidenta Gabriela Michetti, varios ministros y miembros del gabinete, ubicados dentro de un «corralito» para personalidades, aunque sin honores especiales.
Más duro y político, Moldes también apuntó a «los personeros de la impunidad, que hicieron lo posible por ensuciar la causa», y fue más directo que quienes subieron antes que él al escenario cubierto por un toldo verde, enfrente mismo de la puerta de la UFI-AMIA, donde Nisman desarrollaba su trabajo.
«Nisman murió por denunciar a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, a Héctor Timerman, a los cinco grandes del buen humor que le hacen caso», dijo el fiscal, y recogió aplausos. Lo observaban otros miembros del Poder Judicial, como los fiscales Ricardo Sáenz (uno de los organizadores del homenaje) y Carlos Rívolo, el gremialista Julio Piumato, el ex juez Alberto Piotti, entre muchos otros.
Moldes afirmó que siente «un bichito de esperanza» con la reapertura de la causa iniciada por Nisman, decretada hace unos días por la Cámara de Casación. «Los acusados por Nisman van a ser tratados como lo que son: cualquier persona», dijo Moldes, y se preguntó de manera irónica: «¿Dónde están los representantes enviados por la Procuración en el homenaje a un fiscal de la República?». Fue un tiro por elevación a la procuradora Gils Carbó.
Moldes elogió la labor del nuevo fiscal de la causa por encubrimiento, Eduardo Taiano, «a quien le secuestraron un hijo porque investigaba a los K y ahora lo amenazaron de muerte. ¿Cómo hacemos para aflojar si él no afloja?», se preguntó el fiscal. Y arriesgó que él también seguirá bregando por «la verdad» en la investigación de la muerte del fiscal.
En el final llegaron el Himno, cantado por la multitud, y las últimas palabras de la locutora. «Será justicia», fue el mensaje de cierre de la presentadora del homenaje, que tuvo, según sus organizadores, las dosis justas de crítica al gobierno kirchnerista, esperanza en la reapertura de las investigaciones y el recuerdo emocionado del fiscal que fue hallado muerto en su departamento de Puerto Madero, hace ya dos años.
Palabras de los oradores
Germán Moldes
Fiscal de la cámara federal
«Nisman murió por denunciar a Cristina Kirchner, a Timerman y a los cinco grandes del buen humor que le hacen coro»
Federico Andahazi
Escritor y psicólogo
«Con la muerte de Nisman, volvieron a morir los muertos de la AMIA pero también resucitaron los fantasmas más oscuros del terrorismo de Estado»
Luis Czyzewski
Padre de una víctima del atentado a la AMIA
«Un país se paralizó por la magnitud de lo que ocurrió y pidió que se investigue. Pasaron dos años y la Justicia no dio veredicto, pero todos coincidimos en sentir que no se suicidó»
fuente LA NACIÒN