En un pico de tensión por el paro docente que ya lleva 12 días, y a pocas horas de la Marcha Federal a la Plaza de Mayo, el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, buscó entablar diversos contactos informales con el gobierno de Mauricio Macri para buscar alternativas de negociación salarial, pero desde la Casa Rosada endurecieron la posición y aseguraron que no nacionalizarán el conflicto.
«En las últimas horas recibimos señales extraoficiales de Baradel para abrir algunas salidas para negociar con el gobierno nacional, pero no vamos a nacionalizar el conflicto», dijo a LA NACION una alta fuente gubernamental.
Según el Gobierno, las negociaciones paritarias docentes deben hacerse entre los gremios y cada provincia. Y en el caso de Baradel, de Suteba, con la administración bonaerense de María Eugenia Vidal.
Prueba del interés de Baradel por entablar un diálogo con la Nación fue una conversación informal y ocasional que el líder sindical mantuvo anteanoche con el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, al terminar un programa de televisión en el que habían debatido en forma áspera.
Fuera de cámaras, entre bastidores, relajados y con un diálogo en buenos términos, Baradel propuso bajar el insistente reclamo docente de una paritaria nacional, que el Gobierno rechaza de plano, a cambio de negociar con la Nación un nuevo salario mínimo docente, que hoy es de 9700 pesos. Pero horas después Frigerio dejó trascender que fue una conversación muy informal; que la Nación «no negociará con los docentes, sino las provincias», y que «todo sigue igual».
En rigor, Baradel y los nueve sindicatos docentes bonaerenses retomaron anteayer las negociaciones con la provincia en la comisión técnica salarial. El gobierno de Vidal admitió negociar un plus por el poder adquisitivo perdido en 2016 y los sindicatos admitirían abordar el ausentismo del 25%.
«No vamos a nacionalizar el conflicto; ése es un interés de los gremios y no nuestro», señalaron otras fuentes en la Casa Rosada. El Gobierno presume que el paro docente pierde todos los días acatamiento y que los gremios se debilitan, por lo cual se mostrará inflexible. En aquella conversación entre bambalinas, Baradel había sugerido establecer un piso salarial docente de 13.000 pesos, aunque con predisposición a negociarlo. Pero Frigerio lo rechazó a las pocas horas. Se mantuvo firme en la idea de que el salario mínimo docente se debe actualizar cada año y en forma automática.
En 2016 se fijó que ese piso mínimo docente equivaldrá al salario mínimo vital y móvil (hoy 8060 pesos) más un 20%. Y que en 2017 y en los futuros años debería actualizarse con el salario mínimo, vital y móvil automáticamente. Pero Baradel pidió reabrir la discusión.