Un viejo caso por presuntos sobreprecios en la ampliación de los gasoductos dio un giro por los coletazos de la operación Lava Jato. La causa bautizada Skanska II tomó agilidad ante la hipótesis de que, además de irregularidades en los valores de la obra, también pudieron existir coimas de parte de Odebrecht.
Ayer, el juez federal Daniel Rafecas requirió una copia de los servidores de Odebrecht para buscar, a través de palabras clave, posibles indicios de sobornos para la segunda ampliación de los gasoductos. La información digital está en manos del juez Marcelo Martínez De Giorgi, que había secuestrado las computadoras de la gigante brasileña en el caso del soterramiento del Sarmiento.
Además, durante el fin de semana Rafecas ordenó dos allanamientos, tal como informó el diario Clarín. Los operativos se desplegaron en Rafael Albanesi SA y en Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico mayorista. Esas firmas coordinaron la obra y subcontrataron a Odebrecht para hacer los trabajos. La Justicia secuestró documentos e hizo copias de los servidores informáticos.
Las medidas fueron solicitadas por Federico Delgado, el fiscal que instruye este caso y que días atrás le propuso a Odebrecht un acuerdo en el marco del régimen del arrepentido. Fuentes judiciales explicaron que será clave para esta causa que la gigante brasileña acepte el convenio.
La causa data del año 2007. El fiscal federal Carlos Stornelli, que investigaba Skanska I, recibió un anónimo con datos sobre presuntas irregularidades en la segunda parte de los gasoductos, la ampliación de TGN y TGS 2006/2008, e hizo una denuncia, que originalmente recayó en Ariel Lijo. Tras un largo recorrido, el caso pasó a manos de Rafecas.
El Enargas elaboró un proyecto para continuar los trabajos de Skanska (el primer caso de corrupción que salpicó al kirchnerismo). La sospecha de la Justicia es que para el segundo plan de obras se tomó como referencia el primer eslabón, que ya estaba viciado de sobreprecios.
En su último dictamen, Delgado pidió investigar «si se favoreció indebidamente a Odebrecht», subcontratada por Cammesa y Rafael Albanesi SA. El fiscal apuntó que «es necesario aprovechar el material que tiene Brasil», dado que puede conectarse con los gasoductos.
fuente LA NACION