En su intento de plantarle pelea al peronismo territorial en el Senado, el kirchnerismo no quiere ceder ningún espacio de poder. Por el contrario, hace todo lo posible para extender su área de influencia.
En el marco de esta estrategia, los seguidores de la ex presidenta vienen buscando desde hace un par de meses ubicar a un militante de La Cámpora como secretario de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El candidato para el cargo es Francisco María Bompadre, un abogado pampeano, de 41 años, que trabaja en la Cámara de Diputados, adonde llegó como asesor de la ex diputada ultrakirchnerista María Luz Alonso.
Según confiaron fuentes del bloque de diputados del PJ, el gran mérito de Bompadre es haberse convertido en el asesor favorito de Máximo Kirchner.
Fue, precisamente, el hijo de Cristina Kirchner quien le habría hecho llegar al presidente de Asuntos Constitucionales, Marcelo Fuentes (Neuquén), el nombre de Bompadre para ocupar el sitial vacante en esa comisión de la Cámara alta.
Apodado «Panqui», se jacta de haber leído más de 1000 libros (1030 en marzo de 2016, según afirmó a un diario pampeano). Comenzó a militar en La Cámpora en la Universidad de Buenos Aires, cuando estudiaba Sociología y Filosofía, y en su currículum también figura una maestría en Criminología en la Universidad Nacional del Litoral.
Complicaciones
Sin embargo, el camino parece complicado para que el abogado camporista pueda convertirse en secretario de una de las comisiones más importantes del Senado.
Es que Bompadre no sólo trabaja en la Cámara de Diputados, lo que de por sí debería cerrarle las puertas para acceder a ser secretario de una comisión en la Cámara alta, sino que ni siquiera integra la planta transitoria.
Según pudo constatar la Dirección de Comisión del Senado, Bompadre reviste como contratado en la nómina de la Cámara baja.
Estas irregularidades fueron volcadas en un dictamen que las autoridades de la Cámara alta usarán para evitar que el militante de La Cámpora aterrice en la Cámara alta como secretario de comisión.
fuente LA NACION