Un disparate. Una forma de ajustar para abajo. Una estrategia para debilitar cualquier tipo de organización comunitaria. Una vendetta por su participación en el 21-F junto a Hugo Moyano .
Así calificaron ayer los movimientos sociales el nuevo plan de la Casa Rosada, que a través del Ministerio de Desarrollo Social dispone la reconversión de los antiguos planes sociales e incluye la obligatoriedad de culminar estudios primarios y secundarios para los 260.000 beneficiarios actuales de Argentina Trabaja y Ellas Hacen. El nuevo plan, llamado Hacemos Futuro, les quita en los hechos a Barrios de Pie, la CCC y el Movimiento Evita, entre otras organizaciones, el manejo de los planes sociales, que serán supervisados por el Poder Ejecutivo.
«Es un claro plan de ajuste, se ahorran $1500 millones y de paso desarticulan el trabajo comunitario, el chico que va al secundario está solo, es su salida individual, cuando una cooperativa genera trabajo conjunto entre 30 personas», afirmó a LA NACION Daniel Menéndez, referente de Barrios de Pie y enojado con la iniciativa.
fuente LA NACION