El Banco Central salió a jugar fuerte en el arranque de la semana y realizó una mega oferta de 5 mil millones de dólares a $25 en el mercado mayorista, lo que derivó en un salto de casi dos pesos en la cotización del minorista.
Tras algunos rumores de un «anuncio» del BCRA antes de la apertura de los mercados, finalmente la novedad llegó con las primeras operaciones en el segmento mayorista: una fuerte oferta casi dos pesos por encima del cierre del viernes.
Según el corredor ABC Mercados de Cambios, en pocos minutos el BCRA logró vender 500 millones a ese precio, aunque luego la cotización descendió a entre $24,70 y $24,80 con menor volumen operado.
La clara intención del Central de establecer un nuevo precio de referencia se trasladó rápidamente al minorista, que saltó de los $23,70 del cierre del viernes a $25,50, según la cotización del Banco Nación. Más tarde, el valor de venta bajó a $25,10.
La jugada del Gobierno implica una fuerte devaluación de la moneda, en torno al 7,5 por ciento (teniendo en cuenta el valor inicial de $25 en el mayorista y $25,50 en el minorista) respecto a la cotización del cierre del viernes.
La oferta del Central en el mercado mayorista
La suba del dólar parece una respuesta del Gobierno a los pedidos del Fondo Monetario Internaciol. Como reveló LPO, el FMI no está dispuesto a financiar el atraso cambiario y, en lo que se conoce como «prior actions», medidas a tomar antes de poner en vigencia el acuerdo, exigiría exactamente eso: que dejen flotar el dólar hasta que encuentre su punto de equilibrio.
Aunque no se trata específicamente de dejar flotar el dólar, el BCRA sí salió a tratar de imponer un tope al dólar, aunque con una jugada arriesgadísima. Es que si el mercado le compra los 5 mil millones a $25 y mañana la presión alcista continúa, la entidad podría verse obligada a vender más reservas. En definitiva, la jugada será exitosa sólo si la situación se estabiliza.
Esta jugada de fijar el precio en $25 significa que el viernes el Central se equivocó al vender 1.100 millones de dólares para dejar la cotización por abajo de $24. La pregunta es para qué rifó esa cantidad de reservas si la siguiente acción fue dejarlo subir casi dos pesos.
Por otro lado, el BCRA impuso otra medida importante para tratar de calmar los ánimos. Dispuso liberar los encajes de los bancos (el dinero que tienen que tener inmovilizado), una medida que LPO había anticipado en una columna de Guillermo Laborda.
Esos encajes hasta hoy se contabilizaban mensualmente, pero el Central decidió que podrán hacerlo trimestralmente lo que les da mayor margen de maniobra y mayor cantidad de pesos para operar en el mercado. La idea de la entidad que preside Federico Sturzenegger es que con esos pesos mañana salgan a comprar Lebacs para que no se le complique el supermartes. Se trata de otra jugada arriesgada porque tranquilamente los bancos podrían utilizar esos pesos para salir a comprar dólares y meterle más presión a la cotización.
La posición del Fondo
Casi al mismo momento que el Central aplicaba la devaluación, el FMI salió a despegarse de las versiones de un pedido al Gobierno para corregir el atraso cambiario antes de cerrar el acuerdo.
Oficialmente, el vocero Gerry Rice informó que el objetivo del FMI «es llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones» y el próximo viernes está programada una reunión. Pero extraoficialmente, desde el Fondo dijeron que apoyan «plenamente» la política cambiaria argentina.
«El FMI no establece condicionalidad para un nivel particular del tipo de cambio como parte de un programa y en este sentido no ha habido discusiones sobre un objetivo específico para el tipo de cambio», aclararon desde el organismo, curiosamente en el mismo momento en que el Central aplicaba una fuerte devaluación.
Además, el Fondo volvió a pedir que el Gobierno mantenga el tipo de cambio flotante: «debe seguir siendo determinado por las fuerzas del mercado».