Con el repunte de precios más alto en lo que va del año, las expectativas económicas y laborales se recrudecieron durante junio. El impacto en el costo de vida actual y un con un ojo encima de sus ingresos futuros, los consumidores dieron un mal balance del mes pasado y no creen que los próximos meses sean mejores.
De acuerdo a la consultora Kantar TNS, la percepción sobre «la situación económica y laboral» en el país cayó un 6% durante junio. De acuerdo a la consultora, el efecto de ladevaluación acumulada desde abril de este año empieza a evidenciarse, eliminando el terreno ganado durante los primeros tres meses del año.
«Mientras el primer trimestre había logrado valores positivos -respecto a igual período del 2017-, el segundo trimestre revirtió drásticamente la tendencia principalmente por las peores evaluaciones respecto al futuro -económico más que laboral-, y empujado por el impacto inflacionario en los consumidores», explica Mercedes Ruíz Barrio, Investigadora Senior de Kantar TNS.
Durante el primer semestre, el Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) relevado por la consultora evidenció una reducción del 8% respecto del mismo período del año pasado. El cierre del segundo trimestre, se da con un «pesimismo marcado desde la evaluación de la situación económica presente e incertidumbre respecto al futuro, donde la evaluación concreta de aumentos de precios y situación del ingreso impacta en la valoración general», dice la analista.
Esa incertidumbre se basa principalmente en la evolución de los precios de cara a los próximos meses. «Si bien el valor del dólar no pareció como una preocupación, su traslado a los precios locales puede ser un componente que impacte en esta ola de caída de las expectativas», puntualiza Ruiz Barrio.
Un 82% de los encuestados consignaron que los precios en los últimos 12 meses «aumentaron mucho».
Bienes durables a la baja
Dentro de ese contexto, se concretó un declive en compras de bienes durables, como lavarropas, televisores y heladeras. En junio, las compras de bienes durables bajaronun 2% respecto de mayo, y un 9% cuando se compara el mismo mes del año pasado.
De acuerdo a Ruiz Barrio, el consumidor «evaluó que no es buen momento para la compra de bienes durables, afectado por el impacto de costo de vida y un pesimismo respecto a la evolución de sus propios ingresos en el mediano plazo».
Con todo, comienza a concretarse la expectativa de varias consultoras de que lo que queda del año se vea marcada por un recorte en el consumo privado, que impactará de lleno en la actividad.
fuente INFOBAE