Si bien la investigación llevaba meses, la causa estalló el miércoles a la madrugada con las primeras detenciones. Ese día fueron 12 en total, seis ex funcionarios y seis empresarios.
Un día antes había sido detenido Oscar Centeno, quien durante 10 años había trabajado como chofer de Roberto Baratta, número 2 del todopoderoso ministro de Planificación Julio de Vido.
Con la caída de Centeno salieron a la luz los cuadernos de la corrupción K. Ocho tomos en los que el chofer detalla la ruta del dinero sucio de la obra pública durante el kirchnerismo en un relato que mezcla extorsiones y coimas y dinero.
Tras el cimbronazo y la caída de más empresarios y ex funcionarios (ya hay 17 detenidos y queda un prófugo), la semana que arranca hoy será decisiva para la investigación que tiene a Carlos Stornelli como fiscal y a Claudio Bonadio como juez.
Según fuentes judiciales, al margen de los sospechosos no detenidos que están citados a declaración indagatoria, otro empresario de primer nivel se presentará este lunes en el juzgado para aportar información que puede ser vital para la causa.
Y además, el fiscal Stornelli admitió que habría más empresarios arrepentidos entre los detenidos. Porque no sólo Centeno se acogió a la figura de “imputado colaborador” (admitió que los cuadernos eran suyos y que todo lo que allí cuenta lo puede testimoniar ante la Justicia). También lo hizo Juan Carlos de Goycochea, lo que lo convirtió en el primer empresario arrepentido.
“Pagaba para destrabar los certificados de obra de la usina de carbón de Río Turbio”, indicó ante el fiscal Carlos Stornelli cuando eligió declarar como “arrepentido”. Cómo fue el mecanismo para pagar los sobornos y cuántos pagos realizó, es parte de su confesión que pudo reconstruir Clarín.
De Goycochea era director de Isolux Corsán, empresa española que estaba a cargo de la obra de la mina de Río Turbio. Según su relato durante cuatro años, y tras la extorsión de Baratta, pagó coimas de alrededor de US$ 1 millón por año. Por las sumas que se manejaban en la causa le podrían corresponder hasta seis años de cárcel. Al declarar como arrepentido (su testimonio aún debe ser homologado por Bonadio) podría morigerar su pena.
Los otros empresarios que están detenidos son:
Walter Fagyas, ex presidente de Enarsa.
Carlos Wagner, de la empresa Esuco y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.
Javier Sánchez Caballero, ex gerente general de Iecsa.
Gerardo Ferreyra, de la empresa Electroingeniería.
Jorge Neira, gerente de Electroingeniería.
Armando Losón, presidente de Albanesi Constructora.
Francisco Valenti, de Industrias Pescarmona.
Carlos Mundin, de BTU SA.
Claudio Glazman, empresario del rubro inmobiliario.
Oscar Thomas, 10 años director de Yacyretá, aún está prófugo.
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