Dejó algo sorprendidos a los ministros, que se quedaron sentados en el Salón Eva Perón mientras Mauricio Macri abandonaba la reunión de gabinete para enfrentar a la prensa. «Los argentinos nos animamos a sacar un tema tabú. Estoy muy contento con el debate y el diálogo, pero tenemos un problema de fondo que no va a cambiar con una ley más o menos», dijo el Presidente, horas después de la votación del Senado, que rechazó el proyecto de legalización del aborto.
Junto con las felicitaciones a los legisladores porque «ha crecido la capacidad de dialogar, de escucharnos entre los argentinos», y en un intento de mostrarse lejos del resultado de la votación, el Presidente -y minutos más tarde el jefe de Gabinete, Marcos Peña – dejaron en claro su estrategia de aquí en más. No habilitarán la consulta popular que reclaman algunos sectores del oficialismo que apoyaban la ley, pero el Gobierno apostará a incluir la despenalización del aborto en la reforma del Código Penal.
Además, y como lo anunció Peña, activarán un plan de distintos ministerios que apunta a frenar los preocupantes números de embarazos adolescentes, por medio de educación sexual y reparto de métodos anticonceptivos.
«Tenemos problemas que resolver como sociedad, y uno es que tenemos más de 100.000 chicos que nacen de embarazos adolescentes no deseados, es un tema central», dijo el Presidente.
Un rato más tarde, Peña le puso nombre: Plan Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente no Intencional, un programa que comenzó a delinearse en febrero de 2017 y que incluye a los ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación.
«Tanto la educación sexual como los anticonceptivos tienen que ver con legislación vigente, lo que hay que ver es cómo se manejan las provincias, que manejan de forma directa la salud y la educación», afirmó el jefe de Gabinete. El Plan Nacional, según confirmó el propio Macri, ya comenzó en las provincias del norte del país, y en seis localidades de la provincia de Buenos Aires, en las que la tasa de embarazo adolescente es superior al promedio nacional.
Desde la organización del plan, cuya coordinación está a cargo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia y que tiene un presupuesto de $300 millones previsto para este año, explicaron a LA NACION que la idea es «hacer pensar a los adolescentes, porque sin formación nadie tiene libertad».
Se conecta a las escuelas, en donde se refuerza la educación sexual, con centros de salud en los que se evacuan sus dudas y se les suministran anticonceptivos, algunos muy modernos como el chip cutáneo, que el Presidente calificó de «larga duración» y que «se ha mostrado como muy efectivo».
Según afirmaron a LA NACION desde el Ministerio de Desarrollo Social, la Iglesia «está al tanto del proyecto, y apoya todo lo que se hace en relación con la prevención y la educación». Nadie cree, con todo, que los vínculos entre la Casa Rosada y el Vaticano puedan restablecerse en lo inmediato.
Lejos de la actitud de festejo que tuvieron miembros del Gobierno, como la propia vicepresidenta Gabriela Michetti no bien se conoció la derrota del proyecto, el clima en la reunión de gabinete fue «tranquilo» y sin euforia, según comentó un ministro.
En diálogo con los medios después de la reunión, Peña instó a «celebrar lo que unió» a las dos posturas contrapuestas en torno al aborto. Y confirmó el envío, el martes 21 de este mes, de las reformas al Código Penal, que llegarán al Congreso con la firma de Macri, proyecto «en el que está trabajando una comisión de expertos y que incluye este tema como muchos otros temas que están pendientes de discutir hace mucho tiempo», dijo Peña.
Votación
Eso sí: el jefe de Gabinete dejó en claro que no habrá consulta popular sobre el asunto, como pedían miembros de la propia coalición oficialista.
«No creemos que ese sea el camino. Se eligió el camino del debate parlamentario, hay libertad absoluta, como hubo en todo este tiempo para plantear propuestas. Hoy creemos que el foco debe estar planteado en la búsqueda de pasar en limpio los consensos, ver las políticas públicas que se puedan aplicar, y en todo caso se podrá seguir dando el debate», completó Peña, dejando en claro que con el proyecto de reforma del Código Penal es el rumbo elegido para contentar a los sectores de Cambiemos que impulsaban la ley, que logró media sanción en la Cámara baja y que finalmente naufragó en el Senado.
El diputado nacional macrista Daniel Lipovetzky y sectores de la UCR, sobre todo en la voz del senador Luis Naidenoff, sobresalieron entre quienes pidieron apelar a este recurso dado lo equilibrado de ambas posiciones.
No descartan presentar el proyecto de llamado a consulta, pero saben que lo harán sin el respaldo de la Casa Rosada, que ayer se esforzó por plantear un escenario sin vencedores ni vencidos, en el que, como repitió Macri, «ganó la democracia».
fuente LA NACION