Ante el shock devaluatorio de casi el 40% solo en agosto y su aún impredecible impacto en la inflación del año, el Gobierno prepara medidas para intentar morigerar el número del costo de vida que se acerca al 40% para el año.
El Gobierno espera ver dónde se ubicará la variable para convocar a los principales sectores de la economía para evitar el «pass through», el traslado a precios que, sin embargo, en algunos productos ya empezó a verse. «Todavía no están definidas las reuniones», señalaron desde la secretaría de Comercio que dirige Miguel Braun.
El funcionario tiene previsto viajar esta semana a Washington DC, Estados Unidos, para participar de la Conferencia Anual de CAF, el banco de desarrollo de América Latina. Su visita estaba agendada para miércoles y jueves incluso antes de que se decidiera el viaje de Nicolás Dujovne, que el lunes partirá hacia la misma ciudad pero para renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en la búsqueda de una salida a la «tormenta» económica. Con el dólar a $ 32, en las últimas reuniones con supermercados, en el Gobierno aspiraban a introducir cambios en la canasta de Precios Cuidados.
No se hablaba de una ampliación de los más de 400 productos sino de incluir más primeras marcas para evitar los problemas de desabastecimiento. Recalculando. En las discusiones por Precios Cuidados, en tanto, se habló de un cambio de estrategia. En sus orígenes, el programa –que nació en el gobierno anterior– se buscaba que fueran precios de referencia donde todas las partes pudiesen mantener un «margen de ganancia razonable».
El precio de los 38 artículos de la llamada «canasta básica de alimentos» tuvo un aumento del 3,64% en agosto. Desde el 1° de enero la suma acumulada es del 22.35% En la última reunión, el mensaje oficial fue que los productos sirvieran para limitar el «pass through», aunque fueran a pérdida. Lo que se pierde en esos productos, se traslada a los que están fuera de la canasta. «Sería bueno un mayor control sobre los precios», sostienen desde el supermercadismo, donde le apuntan a los productores por los aumentos. «En lo que va del año Las Marías con Taragüí tuvo un aumento del 60% y la harina Favorita de Molinos una suba del 126%», relató un representante del sector. «El precio de la harina repercute en otras setenta categorías», indicó la fuente.
En ese contexto, el consumo cayó 3% en julio, y es el tercer mes consecutivo de caída (después del -1% en mayo, y del -2% en junio), según el Consumer Thermometer que realiza mensualmente Kantar Worldpanel. Las estimaciones de las grandes superficies sobre agosto siguen en esa misma línea. “En paralelo a la caída en volumen, los aumentos de precios se intensifican y llegan al 27% respecto a julio del año pasado –en junio la variación interanual había sido de un 25%–”, sostiene el análisis de Kantar.“Este escenario valida nuestra proyección para el cierre de año, donde el consumo masivo no será ajeno al contexto país y cerrará un segundo semestre con una baja similar a la de julio; así 2018 caerá entre un 1% y un 2% y será el tercer año consecutivo con signo negativo”, afirmó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel. Tarifas.
Pero más allá de los aumentos en los bienes de consumo masivo, ya hay subas que se pusieron en marcha, como la de los combustibles, de hasta el 12%. El costo del combustible impacta en el transporte, donde el 85% de las mercaderías se transportan por camión. Pero además, tiene repercusión en el transporte de pasajeros, que tiene un crononograma de aumentos de a $ 1 por mes hasta octubre, para llegar a los $ 13 en el boleto mínimo de colectivo. Con la meta de reducir subsidios, el boleto podría también ser eje de nuevas adecuaciones.
Al presentar el último aumento, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, había reconocido que no se descartaban nuevos aumentos, aunque consideraban que con lo anunciado estaban cubiertos. El dólar en ese momento cotizaba a $ 28. Canasta básica en alza La inflación de agosto se perfilaba como una de las más altas del año incluso antes de la devaluación de la última semana. La estimación ronda el 4%. Y la presión se traslada a septiembre. «El consumo es bajo. Es poco prudente remarcar o hablar de aumentos por ahora», aseguró el titular de Copal, Daniel Funes de Rioja.
Sin embargo, la suba de naftas vuelve a poner presión. «El año puede cerrar en 40%, con dólar a 40 y 40% de pobreza», estimó Víctor Beker, de la Universidad de Belgrano. El relevamiento mensual de precios en la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Consumidores Libres, mostró que el precio de los 38 artículos de la llamada «canasta básica de alimentos» tuvo un aumento del 3,64% en agosto. «Desde el 1° de enero la suma acumulada es del 22.35%», explicó Héctor Polino.
fuente PERFIL