En el Gobierno nadie quiere hablar de una «nueva etapa». Para los funcionarios, «la nueva etapa empezó cuando achicamos el gabinete «, hace poco menos de un mes. Pero en la Casa Rosada se percibe una necesidad imperiosa: terminar con la cadena de «malas noticias» que sacude a la administración desde que comenzó la tormenta financiera, en abril, y que el renovado acuerdo con el FMI intenta frenar pensando en los próximos meses y también en las elecciones del año que viene.
Algo de esto dejó entrever el presidente
Mauricio Macri , que en la recorrida de ayer por la villa que será sede de los Juegos Olímpicos dio por sentado que «el mundo ve que los argentinos están decididos en serio a construir ese país que tienen que ser».
La intención de Macri es no dejar dudas sobre el apoyo internacional a la continuidad del modelo económico, más allá del nerviosismo ante la suba del dólar luego de los anuncios del acuerdo con el organismo internacional de crédito.
El anuncio presidencial de ayer, vinculado a los índices de pobreza , fue por el mismo camino. «Hacerse cargo» del momento crítico, pero a la vez comenzar a hablar de otros temas. «El Presidente no tiene que hablar más de economía, los economistas se tienen que ocupar», se enojó un alto funcionario que responde al jefe de Gabinete, Marcos Peña . «La crítica no es tan valiosa como la propuesta y la creatividad», escribió casualmente por estas horas en las redes sociales el filósofo Alejandro Rozitchner, funcionario y uno de los colaboradores del jefe de Gabinete.
El intento por «equilibrar» la agenda mediática negativa será uno de los desafíos más importantes para el Presidente y su equipo en los próximos tiempos, en los que el parate económico y la tensión social amenazan con extenderse.
La idea generalizada en el Gobierno, luego de tantos cimbronazos, sigue siendo que el malestar será pasajero. «Una vez que esto se estabilice, habrá que pasar estos meses hasta diciembre, en los que la oposición va a ir por todo. En el verano la gente se olvida, y ya en marzo la economía va a estar mejor», coincidieron ayer en dos despachos importantes. Además del acuerdo con el FMI, la aprobación del presupuesto 2019 es otro de los «hitos» que Macri y sus ministros esperan para terminar de torcer la racha negativa.
Mientras tanto, las miradas están puestas en los mercados, que serán -en buena medida-los que incidirán en las chances del proyecto de Cambiemos de llegar en buenas condiciones a las cruciales elecciones del año que viene.
fuente LA NACION