El fiscal federal Federico Delgado pidió ayer la elevación a juicio de una causa en la que
Ricardo Echegaray fue procesado por haber contratado, con supuestos sobreprecios, a una empresa de limpieza para la AFIP , organismo que tuvo a su cargo durante el kirchnerismo.
Echegaray está acusado de haber «defraudado los intereses del Estado» y haber provocado «un perjuicio patrimonial» a las arcas públicas de alrededor de 7,5 millones de pesos, además de «la disminución de la calidad del servicio licitado».
Delgado afirmó ayer que, «violando los deberes correspondientes a su cargo», Echegaray intervino «maliciosamente» en la adjudicación del servicio de limpieza para favorecer a la firma Limpiolux y perjudicar a una competidora que llevaba décadas cumpliendo satisfactoriamente esa labor. Según consignó Delgado, esa empresa, Ricardo Bilbao, había pedido por el servicio 7.456.242 pesos; Limpiolux SA, 15.196.000. El pedido del fiscal fue presentado ante el juez de la causa, Sergio Torres.
En paralelo con este caso, en los últimos tiempos avanzaron varias causas contra Echegaray, que a partir de febrero será juzgado por una falsa denuncia presentada contra Alfonso Prat-Gay, en presunta violación de información fiscal confidencial. Este año, también lo envió a juicio el juez Julián Ercolini en la causa que investiga a la empresa Oil Combustibles, de Cristóbal López, por haber eludido un pago de unos 8000 millones de pesos correspondientes al impuesto a la transferencia de combustibles líquidos.
Además, Echegaray fue procesado por el juez Sebastián Casanello por encubrimiento en la causa por lavado de dinero por la que está preso Lázaro Báez. Y está procesado en un viejo expediente por la importación de un auto para un funcionario taiwanés que entró al país libre de impuestos en 2007, cuando Echegaray era director general de Aduanas. También está acusado -e indagado- en la segunda parte del caso Ciccone, en el que se condenó a Amado Boudou por haberse apropiado de la fábrica de hacer billetes.
fuente LA NACION