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Durán Barba se fue del país, pero el Gobierno vuelve a medir el humor social en medio de la crisis que atraviesa Cambiemos

El Gobierno no está dispuesto a cambiar su plan original. La crisis política y económica por la que atraviesa no parece alterar, al menos por ahora, la búsqueda por la reelección de Mauricio Macri. A pesar de los insistentes reclamos de un sector de la Unión Cívica Radical, que despliega desde hace semanas una estruendosa pirotecnia verbal de cara a la convención del lunes 27.

Sin embargo, el macrismo sí quiere volver a medir el humor social y las diferentes variables que cruzan a la figura del Presidente y a la coalición de gobierno. Desde el impacto de los reclamos de los diversos actores de Cambiemos por ampliar la alianza electoral a sectores del PJ, a los coletazos de la crisis del programa económico y la candidatura de Cristina Kirchner. Todo está bajo análisis. Nada se descarta. En Casa Rosada están convencidos, con excepción de casos muy aislados, de que la ex mandataria va a confirmar su postulación el sábado 22 de junio.

Según confiaron a este medio fuentes oficiales, la cúpula del PRO volvió a recurrir -para algunos, «de urgencia»- a los servicios del psicoanalista español Roberto Zapata, el encargado de liderar y analizar los estudios cualitativos que el Gobierno encarga en los principales centros urbanos para testar el clima electoral.

Zapata, «El doc», como lo conocen en el macrismo, es, según los dirigentes más encumbrados del PRO, uno de los asesores más relevantes del equipo de Jaime Durán Barba, el consultor que dejó el país en estos días. «Se fue preocupado», resaltan en su entorno. No es para menos.

«Hay mucha preocupación por la economía y eso nos está perjudicando», concluyó el ecuatoriano en una reciente entrevista con la agencia Bloomberg, aunque aventuró un triunfo de una manera más que peculiar: «En el concurso de los menos malos, claramente ganamos».

El Gobierno le pidió a Zapata, que pasa gran parte de sus días en España -vivió durante un tiempo en la Venezuela chavista-, que volviera al país. Lo hizo hace unas dos semanas. Había dejado Buenos Aires un mes atrás, después de presentar a la cúpula del PRO las conclusiones de la batería de focus groups encargados por Marcos Peña que en algunos distritos se tercerizan a la empresa de Evangelina Carina Pérez Aramburu, una de las consultoras beneficiadas por la Casa Rosada.

La vuelta temprana de Zapata, que alquila departamento temporario por el barrio porteño de Recoleta, a metros del edificio de Durán Barba -antes se hospedaba en los apartamentos del hotel Esplendor-, evidencia la preocupación por los números y el cambiante humor social y político que atraviesa a la Casa Rosada, a pesar del optimismo estoico que procura mostrar el jefe de ministros.

Marcos Peña, ayer, junto a Mario Negri

Marcos Peña, ayer, junto a Mario Negri

El psicoanalista español centrará esta vez sus estudios, según explicaron, en ciudades como Mar del Plata, La Plata y la ciudad de Buenos Aires, y en otros distritos del Conurbano bonaerense. Zapata suele presentar las conclusiones de los estudios cualitativos en la quinta de Olivos. No le gusta la exposición. Cuando está en medio de los trabajos de campo nadie suele molestarlo. De hecho, nunca se conoció una foto suya.

En el corazón del Gran Buenos Aires, la candidatura de Macri es en donde más rechazos cosecha. Es una de las preocupaciones de María Eugenia Vidal, cuya figura es mucho más popular que la del Presidente, que en octubre buscará la reelección.

Peña sigue la evolución de los números y el termómetro del humor social a diario. Tanto él como el jefe de Estado enfurecieron a mediados del mes pasado por la filtración de una encuesta que la consultora Isonomía encargó para un conjunto de clientes privados y que arrojó una diferencia de 9 puntos en favor de Cristina Kirchner en una eventual segunda vuelta.

Para la Casa Rosada, ese sondeo disparó la desconfianza de los mercados, que en verdad dudan de la solidez del Gobierno desde hace al menos un año. El propio Durán Barba se encargó de despotricar contra esos números en un improvisado almuerzo de gabinete.

La Jefatura de Gabinete, en tanto, contestó con un sondeo de Demos, una empresa que trabaja para la Casa Rosada y que tiene una más que aceitada vinculación con la Jefatura de ministros a través de su principal socio, Nicolás Cha.

Ahora, los análisis de Zapata se dan en medio de una supuesta remontada de la figura de Macri justificada, según el Gobierno, por la calma cambiaria.

Mauricio Macri (Nicolás Stulberg)

Mauricio Macri (Nicolás Stulberg)

De todos modos, los ruidos en torno a la postulación del Presidente siguen vigentes en el seno de Cambiemos. Esta semana fue Alfredo Cornejo, el presidente de la UCR, que frente a empresarios volvió a insistir en la posibilidad de que no sea Macri el candidato del oficialismo. Pirotecnia mediática que da cuenta de la fragilidad de la alianza de gobierno y que pone el foco de atención en la convención del lunes 27.

Para la Casa Rosada, sin embargo, el plan original sigue más vigente que nunca. Se analiza todo, menos la candidatura de Macri. La presencia de Zapata en el país intenta dilucidar si cambió algo en el humor de la sociedad desde su última visita. Y cuáles son las falencias, las carencias, las debilidades y las fortalezas de Macri. Para el PRO, las conclusiones del psicoanalista son sagradas.

Tanto el español como Durán Barba y su socio Santiago Nieto se enfrentan desde hace tiempo a la realidad de los números. El ecuatoriano ya había advertido por los coletazos de la crisis el año pasado, en uno de los retiros que María Eugenia Vidal encabezó junto a sus ministros en Chapadmalal.

«No dudo de que los economistas del gobierno sean buenos, pero eso no sale en las encuestas», lanzó el consultor ante la atenta mirada del gabinete bonaerense.

 

 

fuente INFOBAE

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