Luego de otra jornada turbulenta en los mercados, el candidato a residente de Consenso Federal, Roberto Lavagna, se pronunció ayer en forma tajante en favor de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) «concrete el desembolso de U$S 5400 millones» en la primera quincena de septiembre, como estaba previsto, para evitar que la «situación financiera se torne cada vez más compleja». Además, dijo que está convencido de que el desembolso «se va a producir».
La incertidumbre sobre el envío del último tramo del acuerdo «stand by» con el FMI se incrementó luego de que voceros del candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, habían dejado trascender que preferían que ese desembolso se produjera durante el próximo gobierno para que no fuera a financiar otra fuga de capitales y para negociar otras condicionalidades.
«Creo que es oportuno que ese desembolso se produzca en la primera quincena de septiembre como estaba previsto», aseguró este jueves Lavagna ante la pregunta de LA NACION en una conferencia de prensa en la que anunció un Programa de Emergencia Alimentaria y manifestó su apoyo a las medidas de ayer del gobierno de Mauricio Macri.
«No ganamos nada con que la situación del país se torne cada vez más compleja desde el punto de vista financiero», señaló Lavagna, aunque aseguró que el Frente de Todos nunca se opuso públicamente al desembolso de 5400 millones.
«Sería oportuno también que el Gobierno adoptara algunas medidas adicionales que eviten facilitar la salida de capitales», agregó. Y señaló: «Siempre pensé que el desembolso del Fondo se va a producir».
La reacción de los mercados
Sobre la reacción negativa de ayer en los mercados a las medidas, Lavagna señaló que «es un tema de interpretación del día de ayer, de medidas que son complejas: hay aspectos positivos, como este intento de alargamiento de los plazos con el Fondo y reconocer que la política anterior fracasó».
En líneas generales Lavagna aprobó las decisiones anunciadas por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, como la renegociación de los plazos del acuerdo «stand by» con el FMI para el repago de los U$S 57.000 millones que vencen en 2021 y 2022 y la reprogramación de plazos de los pagos de los bonos de corto plazo para inversores institucionales, de los bonos en pesos y de los nominados en dólares.
Sobre la caída de bonos y acciones explicó que «en muchos casos hay reglamentaciones internas de fondos de inversión que ocurridos ciertos acontecimientos obliga a vender sí o sí porque lo que está en juego es la responsabilidad personal de los ejecutivos de esos fondos».
El exministro de Economía descartó que la Argentina pueda entrar en default. «Esperemos que no. Si la economía argentina se pusiera en marcha la deuda no es que sea liviana pero es manejable. Se torna inmanejable en el marco de una economía estancada o en retroceso».
El candidato dijo que «haber admitido que había que reprogramar la deuda nos ubica por lo menos en un campo de mayor realismo y en ese sentido el Ministerio de Hacienda anterior y actual hay un progreso y hay que reconocérselo a las nuevas autoridades».
Recordó que en mayo le pidió a Macri «la conveniencia de empezar un proceso de alargamiento de plazos con el FMI» y dijo que si se logra puede «ayudar al próximo gobierno a tener un poco más de tiempo para formular una política económica». Sobre los vencimientos de letras dijo que «es más complejo pero tiene algo de positivo, poner fin a eses sistema absolutamente dañino que empezó con las Lecap» y otros bonos con los que «personas e instituciones han cobrado tasas descomunales».
Respecto de la reestructuración de los bonos hasta 2023 dijo que «sí hace falta cambiar los plazos» y es bueno, pero lazó una «advertencia: cuidado que alguna vez hicimos un megacanje y le costó al país recursos enormes que fueron llevando al país a la crisis del 2001 por las condicionalides».
«La política económica del Gobierno estuvo equivocada desde el día número uno, las cosas que ocurren no tienen nada que ver con las PASO», dijo Lavagna en respuesta a Macri.
Lavagna anunció también un Programa de Emergencia Alimentaria junto a su compañero de fórmula, Juan Manuel Urtubey, que consiste en aumentar la ayuda extraordinaria a beneficiarios de la AUH para septiembre y octubre de 1000 a $1500 por hijo hasta marzo de 2020 y aumentar los recursos para comedores escolares de 27 a 50 pesos como mínimo por niño y el del desayuno o merienda de 17 a 30 pesos.
También propuso ampliar la cobertura de hogares para «bolsas de alimentos» o de «entrega de mercadería», incluir a las escuelas secundarias que necesiten los servicios alimentarios escolares, mantener a todos los días sin excepción abiertas las escuelas públicas afectadas, en condiciones de cumplir con las acciones del programa.
El candidato a presidente criticó la «simulación de diálogo que terminó intensificando el campañismo» y señaló que «mientras esto ocurría, en las últimas semanas el rebrote inflacionario agravó el cuadro al extremo de poner en situación crítica a millones de personas que ya venían sufriendo un marcado deterioro en sus condiciones básicas de vida».