La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue entrevistada por Luis Novaresio en A24, y dijo que podría generarse un » Ministerio de la Venganza» si el Frente de Todos gana las elecciones generales de octubre. «Acá hay un tema que para mí habilita esa idea. El kirchnerista cree que Cristina [Kirchner] es perseguida, que sus hijos también, que [Julio] De Vido es perseguido y que todo su gobierno está perseguido que no hay delito sino que hay persecución. En consecuencia, si esa es la filosofía, ellos pueden decir: ‘Bueno, si ellos nos persiguieron, nosotros podemos perseguir'», dijo.
Si bien la ministra aclaró que el oficialismo no concibe la idea de que alguien se vengue porque no habría «de qué vengarse», señaló que el kirchnerismo cree lo contrario. «No [es un disparate, pensar en el ‘Ministerio de la Venganza’] porque vos podes pensar que si de vos se vengaron ahora se viene la revancha como una idea política». Según Bullrich, el principal problema que tiene el kirchnerismo es «el nivel de fundamentalismo».
En ese sentido, dijo: «Hacen que toda la política pase por el tamiz de la construcción de un enemigo externo a sus propias decisiones». Entonces, explicó que ese movimiento se concibe como un sistema que cree que todo lo que esta por fuera es un enemigo de la patria. «Por eso, de golpe [Gisela] Marziotta dice: ‘Conadep para los periodistas’, es decir, ‘la opinión de aquel que piensa distinto a mi puede ser juzgada’. El kirchnerismo lo que hizo fue una especie de altar de los ’70», cerró.
Sobre el final de la entrevista, Novaresio le consultó si había cambiado de parecer con la decisión de legalizar algunas drogas. La ministra respondió que no, pero señaló que el consumo personal fue legalizado con el fallo Arriola, a lo que el periodista le respondió que no todos los jueces comparten ese criterio.
Mientras debatían sobre la experiencia internacional en cuanto a la legalización de ciertas drogas, Bullrich admitió: «Una vez, en España, hace muchísimos años, probé hachís. Ya ni me acuerdo, pero nunca más seguí. El no seguir, por más de que no me acuerdo mucho, es una respuesta».
fuente LA NACION