Una mayoría de parlamentarios conformada por venezolanos que responden al régimen de Nicolás Maduro, algunos uruguayos, brasileños y el bloque del Frente de Todos volvió ayer a impedir, como ocurrió 10 días atrás, que el Parlasur adhiriera al informe sobre violaciones de los derechos humanos en Venezuela realizado por la expresidenta chilena Michelle Bachelet para las Naciones Unidas.
El proyecto de adhesión había sido presentado por la parlamentaria María Luisa Storani, del bloque Cambiemos.
El informe de la ONU, realizado por Bachelet y presentado en julio, detalla las detenciones arbitrarias, maltratos y torturas a críticos del gobierno y a sus familiares, violencia sexual y de género perpetrada durante los períodos de detención y las visitas, y el uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones.
El relevamiento también denunció la existencia de 3,7 millones de desnutridos hasta 1557 muertos en los hospitales durante solo cuatro meses por la falta de medicinas, entre otras cifras de la emergencia.
Pese a la repercusión que tuvo el llamado Informe Bachellet, el plenario volvió a evitar su tratamiento, pero sí aprobó una declaración sobre la situación de Ecuador que señala: «Manifestar la preocupación por la aplicación de políticas de ajuste por parte del gobierno de la República del Ecuador, demandadas por el Fondo Monetario Internacional»; «rechazar la aplicación del Estado de excepción y el recorte de las garantías constitucionales como forma de tratar con la protesta social que se realiza contra las medidas de ajuste económico del gobierno» y «rechazar la postura del secretario general de la OEA al criminalizar la protesta social de los movimientos indígenas en Ecuador».
Las explicaciones
«Rechazaron hasta la posibilidad de que se trate el tema Venezuela en la sesión de noviembre», dijo Storani a LA NACION. Y consideró que el proceso fue «todo muy raro, porque en cambio se trataron declaraciones sobre los sucesos que están ocurriendo en Ecuador y, sorprendentemente, también se habló de los derechos humanos del pueblo kurdo».
«Nuestro proyecto se presentó en julio y los kirchneristas hicieron punta en ese rechazo y estas consideraciones», acotó Storani.
Consultado por LA NACION, el presidente del bloque de parlamentarios del FPV-PJ, Oscar Laborde, dijo que se trataron «los temas aprobados por comisión».
«El proyecto de Storani no tenía ese despacho y se elige solo un tema para tratar en el pleno. Esta vez se tomó un tema propuesto por la mesa directiva y fue Ecuador por lo inminente que era la coyuntura. Se puso a consideración y se aprobó», argumentó Laborde, quien a su vez enfatizó que «el Parlasur no puede aprobar un informe realizado por otro organismo».
«Los radicales tratamos cualquier propuesta de consideración de los derechos humanos en el mundo. Incluso los de iniciativas kirchneristas. Por eso repudiamos el doble estándar y que ni siquiera den debate sobre nuestra propuesta respecto de Venezuela», replicó Storani, en referencia a la resistencia para aprobar el informe de Bachelet. Para sostener el rechazo, Laborde hizo hincapié en el funcionamiento del cuerpo: «El reglamento es claro, el proyecto debe pasar por la comisión, solo uno se trata por sesión sin ese despacho y hoy el pleno decidió tratar el tema de Ecuador. Además, el proyecto que propone Storani no tuvo despacho de comisión porque no estaban los venezolanos opositores a Maduro presentes».
Uno de los problemas que tiene este funcionamiento, y es denunciado por los parlamentarios de Cambiemos, es que se cita a la Comisión de Derechos Humanos para después del plenario, en lugar de hacerlo antes, como la mayoría de las comisiones. La interpretación es que así se evita hablar de la situación de Venezuela. «Comprendo la insistencia y la perseverancia de Storani porque en el caso de ellos [Cambiemos] difícilmente puedan hablar de otro tema que no sea Venezuela, pero el funcionamiento es claro», culminó Laborde.
Storani dijo, por último, que el oficialismo votó «a favor de la declaración sobre Ecuador y sobre la situación del pueblo kurdo y ellos en contra de lo que sucede en Venezuela».
«Los kirchneristas tienen miedo, porque tienen dos posiciones y no la quieren evidenciar», concluyó.
fuente LA NACION