No bien recibió la bendición de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, el futuro jefe del bloque de Pro de la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, se encargó de mandarles un claro mensaje a Emilio Monzó y al grupo de legisladores que insinúan tomar distancia del macrismo más ortodoxo.
«O se está adentro [del bloque] o se está afuera. No hay posibilidad de estar en el medio», hizo saber el actual ministro de Seguridad bonaerense y diputado electo. Ritondo no quiere claroscuros en su bloque, sino alineamientos contundentes detrás del ideario opositor que avaló el 40% del electorado en los comicios presidenciales. No está seguro de cuáles son las intenciones de Monzó, aunque lo ve demasiado cercano a Sergio Massa, quien lo reemplazará en la presidencia de la Cámara de Diputados.
De hecho, Monzó y Massa -dos viejos amigos de la política- se reunirán oficialmente mañana para iniciar la transición en la Cámara baja. El líder del Frente Renovador descuenta que contará con su apoyo para comenzar el debate de una serie de iniciativas de interés para el futuro gobierno de Alberto Fernández. Entre ellas, la creación de un Consejo Económico y Social.
Es sabido que Monzó ha sido en estos años un crítico consuetudinario del círculo áulico de Macri -con Marcos Peña a la cabeza- y de su praxis política. Marginado de la mesa chica del macrismo, el actual presidente de la Cámara baja anunció que no renovaría su mandato, que vence en diciembre próximo. Empero, se preocupó por dejar, como legado, un grupo de diputados fieles que, como él, han sido críticos de la endogamia macrista y pugnaron, sin demasiado éxito, por la apertura de Cambiemos hacia sectores del peronismo.
Ese grupo de diputados (que no supera la decena) se debate entre permanecer o no dentro de Pro. Silvia Lospennato, una de las legisladoras más fieles del presidente de la Cámara, ya hizo saber que no sacará sus pies del bloque. Otros, como Sebastián García de Luca, actual número dos de Rogelio Frigerio en el Ministerio del Interior y futuro diputado, son más críticos. El lote lo conformarían, además, el cordobés Gabriel Frizza, el bonaerense Juan Aiceaga y el sanjuanino Eduardo Cáceres, entre otros.
Ritondo sigue de cerca los pasos de su futura tropa. El jueves pasado se reunió con Macri y ambos coincidieron en que la prioridad será preservar la unidad del bloque Pro y del interbloque Juntos por el Cambio que alumbrará el 10 de diciembre próximo con 119 diputados propios, entre macristas, radicales y legisladores de la Coalición Cívica. Conformarán, como primera minoría del cuerpo, el principal bastión opositor cuando arranque el gobierno de Fernández.
Macri demostró, en su reunión con Ritondo, que no está en sus planes mantenerse fuera de la política una vez que finalice su gestión. Pese a que nunca fue un entusiasta de la labor parlamentaria (durante sus dos años como diputado nacional brilló por su ausencia), el Presidente le expresó a Ritondo su interés por seguir bien de cerca la agenda legislativa y los proyectos que allí se traten. Como si encarnara el papel de custodio del 40% que votó a Juntos por el Cambio.
«¿Si planea jugar como candidato a diputado nacional en 2021? Es posible. Todo dependerá de la coyuntura del momento, pero es posible», aseguran en el entorno del Presidente.
Por de pronto, en la Cámara de Diputados las actuales espadas oficialistas esperan señales de los referentes del Frente de Todos para sacar de la parálisis al Congreso, inactivo desde el inicio de la campaña electoral.
«Les hicimos saber que estamos dispuestos a acordar una agenda de transición. Incluso, que podíamos empezar a trabajar sobre los proyectos que tienen en mente para el nuevo gobierno. Pero no nos hicieron llegar nada, ni un borrador», deslizan en el actual bloque oficialista.
fuente LA NACION