“Chaco exportó la maldita enfermedad a Corrientes”, fue el escandaloso titular de tapa del diario correntino Época que puso al rojo vivo la relación entre las dos provincias, y despertó fuertes críticas en ambas orillas del Paraná que las separa. El caso motivó incluso una intervención del Inadi por la estigmatización que implica.
“Siete profesionales de la salud correntinos dieron positivos para COVID-19 -decía el artículo de Época-. Todos trabajan en el sistema sanitario público de la provincia (del Chaco). El Hospital Perrando de Resistencia es un gran foco de infección. Hasta su directora fue diagnosticada con el mal”.
Una vieja rivalidad interprovincial, más folclórica que real, se ha visto reavivada por la llegada del COVID-19. El encono entre ambas provincias es tan proverbial como ficticio, considerando los innumerables lazos que unen a ambas provincias y en particular a sus capitales separadas tan sólo por 20 kilómetros y unidas por un puente que redujo el tiempo necesario para ir desde Corrientes hasta Resistencia a 15 minutos.
El tránsito entre ambas ciudades es incesante y son muchísimas las personas que residen en una de ellas y trabajan o estudian en la otra.
La irrupción del coronavirus suscitó medidas para limitar ese continuo intercambio. Al decreto emanado del Ejecutivo nacional para la cuarentena de todos los habitantes del país, el gobierno correntino le sumó una medida destinada a los profesionales de la salud que ejercen en hospitales y clínicas de Resistencia: son más de 150 los médicos correntinos en esa situación que en los últimos días han optado por mudarse a la ciudad de enfrente o bien no ir a trabajar. La medida adoptada por el Ejecutivo correntino dispone que los profesionales de la salud que viven en Corrientes pero trabajan en Chaco deben aislarse en sus domicilios junto a sus familias bajo pena de arresto en caso de incumplimiento.
Al mismo tiempo, el gobierno correntino dio licencia a todos los médicos chaqueños que están en la situación inversa, es decir, que trabajan en Corrientes. Cabe aclarar que estos últimos son muchos menos: unos 70, contra los 150 que hacían diariamente el camino inverso.
El caso se judicializó, por iniciativa de las clínicas privadas de Resistencia que obtuvieron un primer fallo favorable de la jueza federal Zunilda Niremperger que el sábado pasado hizo lugar a la medida cautelar presentada por la Asociación de Clínicas y Sanatorios (Aclysa) para que los médicos residentes en Corrientes puedan seguir trabajando en Chaco.
Niremperger ordenaba al Ejecutivo correntino “permitir a los profesionales médicos consignados en la demanda la libre circulación hacia esta provincia para la prestación de los servicios esenciales de salud [y] su regreso hacia Corrientes”, dejando fuera de esta medida a los médicos que presentaran “síntomas compatibles con coronavirus”.
Vale recordar que el DNU del gobierno nacional que impuso la reclusión a todos los ciudadanos del país excluye explícitamente a los profesionales de la Salud por tratarse de un servicio esencial, especialmente en el contexto de esta pandemia. La medida de Corrientes pasa por alto este criterio.
La disputa judicial no terminó con el fallo de Niremperger. Desde Corrientes, otro juzgado federal ratificó la obligatoriedad del aislamiento para los médicos correntinos que trabajan en Chaco. El juez federal Juan Carlos Vallejos admitió la presentación del fiscal de Estado de la Provincia en contra del fallo del Juzgado Federal Nº 1 de Resistencia y dispuso “suspender sus efectos”.
Las autoridades correntinas afirmaron que el aislamiento “se justifica” dados los resultados de los hisopados practicados a 15 de los médicos en cuestión, de los cuales 8 dieron positivo por COVID-19.
“Esto demuestra, según el demandante (el Ejecutivo correntino) el grado de contagio y peligrosidad que representan estos profesionales para la salud pública”, dice el fallo del juez Vallejos.
Corrientes argumenta también que, según el Ministerio de Salud de la Nación, el coronavirus “se encuentra transitando libremente por el territorio del Chaco, en mayor grado en la ciudad de Resistencia”.
“Nunca hubo intención de dividir a los pueblos pero sí mostrar la lista de desastres del sistema de salud de Chaco que lo llevó a esta situación”, se justificó el periodista Gustavo Gamboa, de Época. “Lo que se buscaba con el título era la lectura del texto”, agregó.
Consultado por Infobae, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, se desligó, con toda lógica, de la actitud de Época: “Yo no controlo la tapa de los diarios”.
El mandatario provincial asegura que debió tomar esa medida porque el Chaco se negó a dar licencia a los médicos correntinos que trabajan en Resistencia, como sí lo hizo su gobierno con los profesionales chaqueños que ejercen en Corrientes.
“Nosotros no pusimos restricción a la circulación -dijo el gobernador- Nosotros licenciamos a todos los médicos y empleados del Chaco que tienen trabajo en Corrientes y domicilio en Chaco. Chaco no tuvo la misma medida y si yo tengo una persona que va y viene todos los días a Resistencia, que tiene una circulación viral, entonces tuvimos que usar la facultad de poner en cuarentena a médicos que estuvieron en contacto con esas personas porque no teníamos reactivos y era la única manera de evitar el contagio”.
También subrayó que la queja en justicia fue de los privados: “La Asociación de Médicos del Chaco se agravió contra esta facultad de Corrientes. Nosotros reclamamos la facultad de poder decidir quién está o no aislado y en cuarentena. Los médicos de Corrientes pueden ir al Chaco pero cuando vuelvan tienen que permanecer en sus domicilios.”
“Yo no les estoy prohibiendo circular -insistió-. Van a su lugar de trabajo y vuelven. Lo que les pido es que no circulen por la ciudad al volver del Chaco”.
“Nosotros no tenemos ningún problema con la provincia del Chaco -agregó-, ni con la forma de ser chaqueña o porque son del otro lado del puente; eso no está en nuestra mente. Ni tenemos nada contra el gobierno de Chaco. Es la Asociación de Clínicas del Chaco la que presentó el recurso. No es un conflicto entre provincias. Públicamente dije que el sistema de Salud pública de Corrientes está a disposición de los chaqueños si lo necesitan. Lo que t ratamosde evitar es la circulación viral. De los 22 casos positivos que tenemos, 12 tienen vínculo con Chaco y 9 de ellos trabajan en esa provincia. Nosotros estamos tomando medidas sobre correntinos, no sobre chaqueños. Estamos tomando medidas de restricción de circulación en Corrientes respecto de médicos. Para que todos tengamos seguridad al menos por un tiempo. Son medidas que nos pide salud pública”.
Y agregó que la principal preocupación de la provincia actualmente son los ingresos vía Ezeiza y Paso de los Libres, una entrada que fue habilitada nuevamente por el Ejecutivo nacional. Sólo este jueves ingresaron 250 argentinos por Paso de los Libres, ejemplificó.
En un principio, el gobierno correntino había dispuesto que la cuarentena de los médicos se cumpliese en un hotel; ahora pueden cumplirla en sus respectivos domicilios.
En efecto, la última resolución del gobierno de Corrientes fue dejar a los médicos cruzar a condición de que al regresar cumplan, ellos y toda su familia, un estricto encierro, volviendo a salir sólo para ir al trabajo.
“Te fichan al cruzar para controlar luego el cumplimiento de la cuarentena obligatoria”, contó uno de los médicos que habló con Infobae, bajo reserva de su nombre.
“El jueves pasado se habló de encerrarnos en un hotel. Ayer nos avisaron por whatsapp de la nueva resolución del gobernador Valdés. Esto cambia día a día”, se lamentó otra médica.
“Hasta la semana pasada podíamos cruzar. Nos tomaban la temperatura en el puente. Luego comenzaron a aumentar las restricciones. Pero los tres primeros casos positivos en coronavirus en Corrientes fueron de gente que vino del exterior”, aclara la profesional.
“El tema es que somos más los médicos correntinos que cruzamos al Chaco que a la inversa, porque los sueldos aquí son bajísimos” -dice otro de los médicos consultados-.
Los que pueden, por lo general los que no tienen hijos, optan por quedarse en Resistencia para poder seguir trabajando sin mayores complicaciones. Pero no todos tienen esa posibilidad. De modo que son muchos los que no están cruzando actualmente ya que imponer un aislamiento absoluto a toda su familia no siempre les resulta posible.
Fuentes del sistema de salud pública chaqueña sostienen que si Corrientes tiene pocos casos es porque testea mucho menos que el Chaco, que ya bordea los 900 análisis, de los cuales 106 son positivos, 550 negativos y 250 están en proceso. Corrientes en cambio sólo ha realizado un centenar de tests. “Yo puedo no mirar un problema y entonces creer que no lo tengo. O decir la peste la trajeron éstos”, dice un médico chaqueño, agraviado por los señalamientos correntinos.
La psicosis, y con ella la estigmatización, se extiende casi tan rápido como el virus. En un geriátrico de Corrientes hacen llenar un formulario a los que ingresan, sean éstos visitantes, médicos o pacientes- en el que se inquiere sobre viajes realizados en los últimos 14 días. Entre las casillas a marcar, figura la provincia de Chaco en primer lugar, antes que China….
Para el Chaco no es un tema menor la ausencia de los profesionales correntinos: en el hospital Perrando representan entre un 35 y un 40 por ciento del plantel. En el caso de las clínicas privadas, el porcentaje puede ser incluso mayor. Y la gran mayoría de los médicos correntinos no está trabajando.
“Pero los médicos infectados también trabajaban en hospitales de Corrientes”, señalan desde Chaco.
El humor popular siempre se hizo eco de la disputa interprovincial que casi siempre fue solo eso: un tema para la ironía: Como cuando se dice que “si la Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar”, evocando la histórica tendencia autonomista de esa provincia. O como cuando al lema “Chaco puede” -de los gobiernos militares- se replicaba “Corrientes procura…”
Pero, más allá de los chistes, lo cierto es que se trata de dos provincias -y en especial dos capitales- profundamente emparentadas por todo tipo de vínculo y a las que el puente debería unir y nunca dividir.