Un grupo de manifestantes intentó ingresar al Palacio del Congreso Nacional y hubo forcejeos y empujones con agentes de seguridad, mientras puertas adentro crecía la tensión entre el oficialismo y la oposición por la discrepancia respecto de la posibilidad de sesionar de manera presencial que exige Juntos por el Cambio.
Los disturbios se produjeron cerca de las 17, media hora antes del horario en el que estaba previsto celebrar la atrasada sesión de hoy. En el ingreso de avenida Rivadavia, un grupo de personas intentó entrar por la fuerza y la guardia de seguridad detuvo su ingreso entre empujones.
«Rompieron el vidrio de la puerta principal de hierro, agrediendo a los empleados de seguridad legislativos», dijo el titular del gremio de personal legislativo, Norberto Di Próspero, a LA NACION. «La gente dice que está ahí en contra de la reforma judicial, que no está en agenda, ahora se está discutiendo si va a haber sesión o no, más que nada por el tema del turismo y la gastronomía», agregó, como crítica a los manifestantes.
En medio de una tensa expectativa, los líderes del kirchnerismo y la oposición de la Cámara de Diputados discutían esta tarde en la reunión de Labor Parlamentaria sus posiciones sobre la continuidad de las sesiones en el cuerpo. Sin acuerdo entre las partes, la sesión, originalmente prevista para las 13, fue postergada primero para las 15 y, luego, para las 17.30.
Mientras el Frente de Todos insiste en prorrogar por 30 días el protocolo que habilita el funcionamiento virtual de las comisiones y de las sesiones, Juntos por el Cambio se resiste a darle una carta blanca al oficialismo para que el proyecto de reforma judicial -con media sanción del Senado- se debata de manera remota. Para ello movilizó a los legisladores desde sus provincias para reclamar que las sesiones sean presenciales. Amenaza con ir al recinto.
