Nuevamente sin ajustarse a Derecho, Horacio Rodríguez Larreta anunció pasadas las diez de la noche de este martes a los ciudadanos de la ciudad de Buenos Aires, que su gobierno no acataría el fallo de la Justicia Federal que por la tarde había suspendido la presencialidad en las escuelas de la Ciudad. Así, los porteños deberán mandar a sus hijos al colegio, pese a que el sistema sanitario público y privado de CABA está prácticamente colapsado y los contagios de coronavirus no dejan de subir.
No hubo conferencia de prensa. Sólo un frío comunicado en el cual el jefe de gobierno fijó posición de manera escueta: “Hasta que la Corte se expida, las escuelas en la Ciudad de Buenos Aires continúan con el dictado de clases presenciales. Con relación al fallo recientemente dictado por un Juez de Primera Instancia de la Justicia Federal, y ante la opinión jurídica de la Procuración General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que corresponde seguir acatando el fallo dictado por la Cámara de Apelaciones de la Ciudad hasta tanto el conflicto sea resuelto de forma definitiva por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el Gobierno de la Ciudad ratifica que las clases continuarán siendo dictadas de forma presencial como hasta el día de hoy”.
Así, Horacio Rodríguez Larreta, al igual que el domingo frente al DNU del presidente de la nación, se declaró anoche en rebeldía ante el fallo del juez federal Esteban Furnari, quién pocas horas antes había declarado incompetente a la Cámara de Apelaciones porteña para entender en la causa sobre la suspensión de las clases presenciales, tal como, insólitamente, ocurrió días atrás ante un amparo presentado por un grupo de madres y padres porteños.