El gremio de Armando Cavalieri exige un 10% adicional para mejorar el 32% pactado en abril, que quedó desactualizado por la inflación
La Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que lidera Armando Cavalieri, reclama un 10% adicional para que se sume al 32% otorgado hace tres meses, mientras que las tres cámaras empresariales se niegan a un reajuste de esa magnitud por la crisis del sector.
“Estamos lejos de un acuerdo”, destacó el empresariado mercantil, mientras que desde el sindicato afirmaron que en las conversaciones extraoficiales se deslizó la posibilidad de un aumento del 8% para alcanzar un 40% anual, con la cláusula de revisión en enero.
El Gobierno está mediando entre las partes para ayudar a consensuar una cifra porque hay una decisión política de incentivar las revisiones salariales para contribuir el triunfo electoral del oficialismo, pero el problema es que el aumento extra que se firme impactará tanto en las empresas grandes como en las más pequeñas, que no están en condiciones de afrontar otro costo en un contexto de ventas reducidas y retracción del consumo.
Finalmente, unos y otros se verán las caras este jueves, a las 12, aunque los empresarios son pesimistas respecto de la posibilidad de alcanzar un acuerdo. “Veremos qué pasa en la reunión. Para nosotros, nada cambió desde la última reunión”, afirmaron en las cámaras del sector, que advierten que no están en condiciones de otorgar un nuevo aumento porque hay muchos comercios que no recuperaron los niveles de actividad anteriores a la pandemia.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, señaló que “no se puede estar negociando paritarias cada dos meses” y advirtió: “El Gobierno tiró por la borda la pauta que fomentaba a principio de año, pero los comercios no están en condiciones de afrontar más aumentos porque la situación económica y el bajo nivel de consumo hacen muy difícil la posibilidad de mejorar el acuerdo alcanzado en abril”.
El aumento de la inflación, que alcanzó el 3,3% en mayo y acumuló 48,8% en los últimos doce meses, hizo entrar en crisis la proyección del Ministerio de Economía y provocó que los gremios comenzaran a reclamar la reapertura de las paritarias firmadas en el primer trimestre.
Las exigencias sindicales se aceleraron luego de que Cristina Kirchner otorgó un 40% de aumento al personal del Congreso, con lo cual impuso un nuevo tope a la negociación salarial de 2021, motorizada por las necesidades del Gobierno de recomponer los sueldos para ganar las elecciones.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó a fines de junio que “la meta del Gobierno en el plan que tenemos es que el salario crezca en términos reales” y aseguró que “se reabrirán todas las paritarias que sean necesarias para que el objetivo se cumpla”.