El fracaso del Gobierno y golpe en las urnas se debe a el modelo restrictivo económico y financiero. Pero la crisis se agrava con más CFK.
CRISIS Y PULSEADA QUE GANARÍA CFK
Este viernes, en una semana convulsionada para el Gobierno, Alberto Fernández tenía decidido quedarse a trabajar en la quinta de Olivos. Pero a media mañana el panorama cambió, cuando el Presidente se dio cuenta que había que cambiar esa imagen de una Casa Rosada desierta, donde la actividad oficial estaba congelada por la crisis política. Así se resolvió volver a Balcarce 50 y acelerar con los recambios en el Gabinete y dar una señal para restañar heridas y mantener la gestión ejecutiva.
La gestualidad siempre dice mucho y Alberto Fernández se mostró con funcionarios de mucha confianza, de su riñón. Entró por la explanada de Rivadavia junto a Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia y amigo íntimo del jefe de Estado. Otro acompañante fue Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, por quien Alberto tiene especial aprecio y especial respeto profesional. Dato importante: ambos no son hombres del kirchnerismo. Mejor dicho, Cristina no los quiere nada.
Lo que puede inferirse de ese comportamiento del Presidente es que la forma que tiene de ir apagando tanto fuego es mostrarse con su gente, pero sabiendo que la pelea la ganó la vicepresidenta. Él no está de acuerdo con las formas y el rigor que impuso Cristina, pero admite el escenario interno y optó por no romper. Quiere mantener unido al Frente de Todos a toda costa. Es su única alternativa hoy por hoy.
Anuncios del nuevo Gabinete serán el lunes
Finalmente, Alberto Fernández se tomará 48 horas más para analizar los cambios en su Gabinete y los anunciará el lunes. No obstante, ya realizó algunos movimientos tendientes a descomprimir la tensión en el Frente de Todos luego de la derrota electoral en las PASO y cinco días de incertidumbre.
Fernández está dispuesto a ceder y a “entregar” a Santiago Cafiero, jefe de Gabinete y dirigente de su máxima confianza. Es uno de los reclamos que le había hecho Cristina Kirchner incluso antes de las elecciones del domingo pasado. En su lugar, iría alguno de los gobernadores peronistas que cantaron victoria en las Primarias.
Cafiero ingresó a la Rosada pasado el mediodía y minutos después que llegara el Presidente en un día cargado de versiones sobre su futuro en el Ejecutivo nacional.
Ayer hubo dos fotos que generaron suspicacias. Fernández recibió en Olivos al sanjuanino Sergio Uñac y al tucumano Juan Manzur. Los dos se mostraron reticentes a sumarse ahora al Gabinete. Dijeron que quieren quedarse en sus provincias para fortalecer la campaña rumbo a los comicios generales de noviembre y no perder capital político. Para ingresar al gabinete luego de las elecciones, pidieron garantías: quieren que el ofrecimiento que les hizo ayer Fernández sea refrendado personalmente por los otros dos referentes de la coalición, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Ayer, la vicepresidenta reconoció en una carta que quiere al gobernador de Tucumán como jefe de Gabinete pese a que mantienen una relación muy tirante.
Alberto Fernández llegó este mediodía a Casa de Gobierno luego de pasar la mañana en Olivos. Esta semana utilizó un helicóptero H 145 de Airbus, perteneciente a la Policía Federal. El cambio no obedece a ninguna alerta de seguridad: el tradicional helicóptero blanco de la flota presidencial -Eurocopter EC 155- se encuentra cumpliendo con un service obligatorio por la cantidad de horas de uso.
NUEVO GANINETE PERO SIN CAMBIOS DEL MODELO QUE PROFUNDIZÓ LA CRISIS
Otra cuestión importante. Alberto Fernández buscará “peronizar” el Gabinete, sin que el kirchnerismo duro y La Cámpora se queden con todo. En lo posible sumar funcionarios de recambio que sean confiables, con experiencia. El fin de semana será clave para definir los nombres que en los pasillos de la Rosada han surgido: el actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, con quien Alberto tiene una gran relación. Otro dirigente potable es el expresidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Hoy está algo relegado en la actividad política, siendo abogado del gremio SMATA. Tiene buena relación con Cristina, pero nunca fue kirchnerista. Además tiene aceptables vínculos con la oposición.
Surgieron, además, los nombres del exministro Agustín Rossi. Algo que llamó la atención por su abrupta y reciente salida del Gabinete, tras haberse plantado a Alberto y a Cristina cuando le dijeron que no participara en la interna peronista de Santa Fe. Sin embargo, su lealtad y experiencia, pesan. Mas relegados, pero también en danza, están los economistas Emmanuel Alvarez Agis y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, hombre de buenos vínculos con Máximo Kirchner. Unas horas antes, el Presidente sondeó a los gobernadores Sergio Uñac y Juan Manzur, pero ambos se habrían disculpado por sus compromisos de gestión en San Juan y en Tucumán.
Con este escenario queda una pregunta clave: ¿qué está dispuesto a entregar Alberto? Ni mas ni menos que a su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, una de las cabezas que pidió Cristina en varias oportunidades. Claro, el Presidente pretende su reemplazo con un hombre del peronismo, no un kirchnerista puro. Finalmente, la gran incógnita es qué pasará con el ministro del Interior, Wado de Pedro. En las últimas horas, todas las fuentes cercanas al Presidente consultadas por TN.com.ar dijeron que la situación era “irreversible, sin retorno”. Sin embargo, desde el otro lado, desde el cristinismo, no lo dan todavía fuera del Gobierno. Veremos.
La pulseada la perdió CFK pero quiere hacer creer que es Alberto
Más allá de las coyunturas, la pulseada la perdió CFK, dado que el modelo de las restricciones económicas, como el CEPO cambiario, la permanente devaluación de la moneda, la huida de las empresas, es idea de Cristina Fernández de Kirchner.
Ese cóctel le hizo infeliz la vida a la gente del país, y reaccionaron dando la PALIZA en las URNAS en la PASO 2021.
Cualquier otro análisis es herrado.
Se sumaría al combo de la crisis en Gobierno, la fechorías propias del entrono PRESIDENCIAL:
- Vacunatorio VIP
- Fiesta en OLIVOS
- Y apaños a CFK
Con esta clara mirada, el fracaso del Gobierno no cambia ni cambiaría en las urnas (que se ampliaría en la elección general del 14 de Noviembre).
La crisis institucional y gubernamental no acepta que la derrota no es cosas de nombres: es cuestión del modelo que fue DERROTADO, y que no le queda nada de oxígeno.
La crisis de Gobierno es heredada de todos los hechos que repitieron como los que CFK ya hizo en su Gobierno anterior a Macri, y lo que debe tener un fin es el modelo, el modelo, el modelo (de ella) para poder:
- Exportar
- Importar
- Alentar a la empresa PYME
- Atraer inversiones (con menos impuestos)
- Terminar con subsidios excesivos
y mejorar el salario y el nivel de vida de (asalariados, trabajadores en relación de dependencia)
Y abandonar el modelo de devaluación, sin intervenciones en el tipo de cambio más por parte del ESTADO.