La interventora de AFI no releva el secreto de uno de los imputados. Expediente donde se investigan amenazas… implica a los Moyano
La AFI entorpeciendo el expediente
La resistencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a relevar del secreto profesional a un ex espía se ha transformado en el principal obstáculo para el avance de la causa por amenazas contra Damián Lagaronne, el ex barrabrava de Independiente que como «arrepentido» puso contra las cuerdas al sindicalista Pablo Moyano en el expediente donde se investiga la existencia de una supuesta asociación ilícita en el club de Avellaneda.
El hombre en cuestión se llama Facundo Melo y está acusado de haber participado junto a los abogados Daniel Llermanos y Víctor Hortel de un plan para amenazar a Lagaronne y evitar que declare contra Moyano, con el agravante de que en ese momento Melo representaba legalmente al ex barra y fue quien lo indujo a convertirse en «imputado colaborador».
No se trató de un favor. El pasado 12 de febrero, PeriodismoyPunto reveló que Hugo Moyano habría pagado –a través de su abogado, Daniel Llermanos, en negro, y sin que quedara debidamente registrado– entre 200 mil y 500 mil dólares a Melo y a otro ex agente de la AFI por los servicios prestados. Este gravísimo hecho se puede deducir de una serie de diálogos que los ex espías mantuvieron por WhatsApp y hoy forman parte de la pesquisa.
El caso tramita en el Juzgado de Garantías Nº 1 de Lomas de Zamora, a cargo del ex funcionario kirchnerista Jorge Walter López, y es investigado por el fiscal Javier Martínez, quien el 25 de agosto citó a Melo a indagatoria.
El ex agente debía declarar el pasado 13 de septiembre. Sin embargo, la falta de colaboración de la AFI impidió que se le pudiera tomar la declaración. De hecho, el Juzgado de Garantías Nº 1 de Lomas de Zamora debió pedir dos veces que Melo fuese relevado del secreto y el organismo recién contestó una semana después de la fecha fijada para la audiencia. Lo hizo el 20 de septiembre de 2021, mediante una nota firmada por la interventora Cristina Caamaño.
Dilaciones en relación a los Moyano
En ese escrito, Caamaño planteó que para evaluar la posibilidad de relevar a Melo del secreto necesitaba conocer las «razones que motivan tal requerimiento, entre las que deberá estar incluido el objeto procesal del debate y, en su caso, las circunstancias por las que se convoca». Tecnicismo que no tuvo en cuenta en otras causas, como la de presunto espionaje ilegal macrista que nació en Lomas de Zamora y hoy tramita en los tribunales federales de Comodoro Py.
En ese expediente, la buena predisposición de la hoy jefa de la AFI dio lugar a la mayor filtración de datos del organismo debido a que entregó un libro de actas con más de 3850 resoluciones sin testar las que eran ajenas al caso.
Cabe señalar que las dilaciones de Caamaño resultan funcionales a la estrategia común adoptada por Melo, Llermanos y Hortel, que buscan que el caso pase al fuero federal. Más precisamente al juzgado federal 4, a cargo de Ariel Lijo. El tema se encuentra pendiente de resolución en la Cámara Federal de Casación Penal.
Contexto para cubrir a los Moyano
En la nota publicada el 12 de febrero pasado, este periodista dio a conocer –en exclusiva– tres audios que prueban el pago de Moyano a Melo y a otro ex espía: Leandro Araque.
En el primer audio, Melo le informa a Araque que está apurando a Llermanos, con quien acababa de reunirse, para que les pague el saldo pendiente por los servicios prestados.
Se refiere a Llermanos como «el Viejo». Y le cuenta a Araque que le pidió «por lo menos la mitad» del dinero pactado.
También, le dice que Llermanos se comprometió a hablar con «el Negro» -por Moyano- para darle una respuesta «el lunes».
El abogado del líder camionero habría sido aún más específico: «Vamos a ver de rascar lo más que podamos de la lata».
Además, Melo le comenta a su compañero que le hizo escuchar a Llermanos unos audios que podrían servirle para complicar al fiscal Sebastián Scalera, quien investiga las presuntas irregularidades en el club Independiente.
Por último, Melo termina dando por descontado que Hugo Moyano y su abogado terminarían pagándoles sus “servicios” irregulares.
Al final, Melo se muestra esperanzado en cobrar: «Yo creo que la va a cumplir, pero nos va a hacer renegar».
Esta es la transcripción del audio extraído del teléfono de Araque:
—Sí, amigo. Sí, sí. Todo tranqui. Ahora quedé que el lunes nos vemos a las seis de la tarde y me da una respuesta. Le dije: ‘mirá que yo la semana que viene, boludo, necesito algo’. Basta. Recién estoy volviendo, boludo. Recién. Le digo, ‘necesito algo, dejémonos de embromar’. ‘Sí, sí. El lunes hablo con El Negro y te digo’. Por lo menos la mitad. ‘Nooo… la mitad’, viste como es. ‘Vamos a ver (de) rascar lo más que podamos de la lata, porque El Negro, viste, cuando Damián se dio vuelta…’. Viste que arranca él, siempre. Y boludo, ¿qué más querés? Basta. Le pasé el audio. Nada, le recontra sirve. Pero viste como es: ‘no, hay tres fragmentos… no es lo que yo pensaba, pero hay tres fragmentos’. Viste como es El Viejo. Así que, bueno, el lunes quedé, Enano… nos va a hacer renegar este. Yo creo que la va a cumplir, pero nos va a hacer renegar.
Porque Melo no solo trabajaba en ese momento para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del gobierno de Macri. En paralelo, representaba legalmente a Damián Lagaronne, uno de los laderos de Pablo “Bebote” Álvarez, el otro barra brava de Independiente que terminó complicando, y mucho, a Pablo Moyano ante la justicia.
La charla telefónica que acabamos de transcribir tuvo lugar el 9 de febrero de 2019. Por ese entonces, tanto Lagaronne como Bebote Alvarez permanecían en prisión.
Melo acababa de salir de una reunión con su colega Llermanos, histórico letrado de la familia Moyano. Lo había ido a ver para conversar sobre el dinero que habían pactado por haber colaborado, de manera subrepticia, con el armado de una falsa denuncia contra el fiscal de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera.
Es que Moyano y Llermanos lo querían voltear, y Melo y Araque estaban trabajando en el armado de “falsas pruebas” para hacerlo.
Justamente, el destinatario del mensaje de Melo que acabamos de revelar es, de nuevo, Araque, quien sirvió de articulador entre Melo y Llermanos y aportó material para “la causa”.
Según pudo reconstruir PeriodismoyPunto, Melo y Araque habían acordado que repartirían “el botín”, es decir, la plata de Moyano que les debía entregar Llermanos, “cincuenta y cincuenta”.
Como se desprende del audio cuya transcripción pondremos a continuación, la cifra pactada con Llermanos habría sido de 500 mil dólares. Sin embargo, fuentes muy cercanas a los hechos, que estuvieron al tanto de la transacción, afirman que los ex espías asociados habrían terminado cobrando 200 mil.
Esas mismas fuentes dan por sentado que el resto, es decir, 300 mil dólares, se los habría terminado quedando el propio Llermanos, letrado del camionero, a quien llamaban “El Viejo”.
Del siguiente tramo de la conversación, que también es parte de la causa, se desprende que Melo y Araque habían hecho un pedido original de 2 millones de dólares. Sin embargo, y según admiten ambos en los mensajes, Llermanos, ni lerdo ni perezoso, habría logrado bajarle el precio a medio millón.
Así lo reconoce el propio Araque, en otro impactante audio que se dio en el marco del intercambio que mantuvo con Melo aquel 9 de febrero.
Araque menciona el monto de manera explícita, con la intención de tranquilizar a su interlocutor:
—Vos acordate que de entrada ya arrancó llorando, ya arrancó llorando el número, que eran 2, lo cerró en 500 y bue… y después, con el tiempo, vos acordate eso, o sea, nada nuevo, no es que el tipo cambió
Es que Melo, si bien confiaba en que Llermanos cumpliría con su palabra, también estaba seguro de que “El Viejo” los haría “renegar”.
En la misma sintonía, Araque propuso a Melo, siempre según las escuchas judiciales, “tratar de ir apurándolo un poquito”. Y sin rodeos, le propuso a Melo:
—Y si no, le cortamos la canilla. Él sabe. Vos se lo aclaraste el otro día, el as de espadas lo tenés. Pero viste, en veremos no nos vamos a entregar.
Araque también estaba fastidiado con las excusas y falsas promesas de Llermanos. Estaba ansioso por cobrar el pago en negro. Por eso, incluso, analiza la posibilidad de pasarlo por encima e ir a ver directamente a Moyano, para ofrecerse como su abogado.
Lo hace así:
—A ver, ¿qué más quieren? A ver, le estás llevando la causa vos ¿me entendés? Vamos a verlo a Hugo y le decimos: ‘Escuchame, cambiá de abogado. Te sale tanto’ y se la llevamos nosotros la causa. Olvidate.
Pero Melo trata de tranquilizar a Araque. Le transmite una supuesta cita de Llermanos en la que este le habría dicho que, para garantizar el pago, tendría que rascar “el fondo de la lata”
—El laburo ya lo hicimos. Pasa que como estamos ahora ya jugados, le damos, le damos en el afán de cobrar ¿me entendés? Si nos deja araca es para matarlo. […] yo creo que va a traer 80, 100 ahora. Y bueno, ahora hay que pelearla boludo. Para mí nos va a llevar de acá a junio, acordate. Me dice: ‘Al Negro le voy a decir que de parte de ustedes fidelidad eterna cien por ciento, pero bueno, viste, vamos a rascar el fondo de la lata’. ¿Qué fondo de la lata? Me da ganas de escupirle la cara.
Al final, “el laburo” no terminó siendo inocuo para el ex AFI.
Hoy, Melo se encuentra imputado junto a Llermanos y Víctor Hortel en la causa que investiga estos hechos. Y como dijimos, podrían recibir una pena de hasta quince años de cárcel.
Es que Hortel también participó, junto a Melo, en la maniobra para denunciar a Scalera e intentar dar vuelta el testimonio de Lagaronne.
El ex barrabrava, quien hasta ese momento era representado por el entonces espía Melo, y en cuanto se dio cuenta de la trampa en la que lo querían meter lo despidió, se considera víctima también de Hortel y Llermanos.
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Periodismo y Punto