En momentos en que el dólar blue se mantiene en niveles récord en la plaza local, llevar pesos argentinos a Uruguay es mal negocio
Más billetes para los argentinos
Con vacunación y medidas sanitarias más flexibles para poder cruzar la frontera con Uruguay, varios argentinos aprovechan para vacacionar en el vecino país.
Claro que los altos precios de la estadía no son el principal atractivo para viajar allí. Algo que está relacionado a un hecho que viene repitiéndose hace varios meses: para comprar un dólar con los pesos argentinos en bancos y casas de cambio charrúas, se precisa desembolsar hasta casi 4 veces más que en la city porteña.
Un valor que supera por lejos, incluso, a los cerca de $220 que se debe pagar en el mercado blue o en la Bolsa de Buenos Aires, para comprar divisas casi sin restricciones.
Y la tendencia de los últimos días sigue al alza en los países vecinos, donde el dólar se está apreciando en el mundo y la moneda argentina se encuentra cada vez «menos demandada» por la inflación y la falta de previsibilidad de la economía doméstica.
Uruguay y el dólar
Por ende, en Uruguay y otros estados cercanos, cada vez es más costoso adquirir un billete estadounidense con pesos argentinos.
Así, a pesar que los argentinos pueden comprar dólares sin restricciones en los países vecinos, el costo que deben convalidar para concretar estas operaciones es muy superior al de la plaza doméstica.
En cifras, la cotización implícita en pesos argentinos por cada billete estadounidense representa pagar hasta casi $762 por unidad en casas de cambio y bancos uruguayos.
Es decir, representa convalidar en Uruguay un «sobreprecio» que llega a ser hasta 250% más que el valor que se puede conseguir en la plaza más costosa de la city porteña, que coincide entre los que ofrecen el segmento informal (o dólar blue) y el dólar MEP y el contado con liquidación, cuyos precios rondan los $219.
Así, el monto más caro que se debe pagar para acceder a un dólar, según lo publicado en su web, es el de $762,50 en la casa de cambio Cambilex, que tiene más de 160 agencias en todo el territorio uruguayo.
Le siguen los $654 que se ofrecen en la sucursal de Montevideo del Banco de la Nación Argentina (BNA).
Y, en tercer lugar, se ubican los $652 que se debe abonar en el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), que es la entidad bancaria oficial de dicho país.
En tanto, el precio implícito de que se consigue en las otras casas de cambio charrúas, ahí cae un poco el valor que se debe convalidar y se acerca un poco más al que tiene en Argentina, ya que se debe desembolsar el equivalente a entre $227 y $457 por cada dólar.
Aunque la cotización promedio que ofrecen las sucursales uruguayas rondan los $305. Un 39% más que cruzando el Río de la Plata hacia la Argentina.
Devaluación del peso ante el dólar
Por los distintos precios que se deben pagar en las distintas casas de cambio y bancos uruguayos, se observa que cada vez es más caro para los argentinos comprar dólares fuera del país.
Es que la cotización mundial del dólar se ha ajustado con un alza cercana al 2% en los últimos meses.
Y, al mismo tiempo, los cambistas del vecino país están tomando a un valor algo inferior al peso argentino para la compra. Es que en noviembre pasado muchas casas de cambio lo tomaban como máximo a 0,2 pesos uruguayos, y hoy han bajado su precio unos cinco centavos, a $ur0,15.
Incluso, en los bancos, incluida la sucursal Montevideo del Banco Nación de Argentina (BNA), la cifra de compra de cada peso argentino es de 0,07 pesos uruguayos. Mientras que el dólar se vende a $ur45,7.
En resumidas cuentas, el alto valor que se debe convalidar del otro lado del Río de la Plata para comprar dólares con los pesos domésticos tiene múltiples causas, como es la desconfianza en la moneda nacional por el poco resguardo valor que tiene por su depreciación constante y la inflación elevada de Argentina.
A ello se le suman políticas económicas erradas, y la falta de un rumbo claro que le brinde previsibilidad a los mercados.
Desde el punto de vista logístico, se requiere movilizar un gran volumen de dinero para volver a convertir la moneda recibida a la original intercambiada, y la poca demanda que hay de pesos argentinos en otros países. Es decir, implica un alto costo de traslado para un gran caudal de billetes que tiene poco valor (el peso argentino).
«El principal problema es que con el cepo cambiario, el comercio del país limítrofe que recibe pesos no tiene manera de convertir esos billetes a su moneda. Eso ocurre porque el Banco Central no autorizaría la operación de canje entre esos pesos y la moneda de que se trate», detalla a iProfesional Pablo Repetto, director de la consultora GRA de Gabriel Rubinstein.
Algo que se profundiza por los pocos dólares que dispone el BCRA en sus reservas, en torno a los u$s1.500 netos, como para librar esas divisas para recibir a cambio más devaluados pesos.
«Uno de los principales problemas de la economía argentina es el déficit fiscal crónico que manejamos el cual, como ya sabemos, se está financiando con emisión monetaria. Cuando la economía no crece al ritmo de la emisión, como el contexto actual, se genera inflación», dice a iProfesional el economista Andrés Salinas, investigador y docente de la Universidad de La Matanza.
Y agrega: «Es entendible, entonces, que los argentinos pensemos en dólares, ya que todos queremos que el fruto de nuestro trabajo no pierda valor mes a mes. Es por eso que preferimos poner nuestro dinero en una moneda más fuerte que resguarde su valor, por lo que tratamos deshacernos de los pesos y demandamos dólares».
En este sentido, Salinas indica que si a todos estos factores se les suma la incertidumbre producto de la falta de un plan económico que brinde un horizonte y de un cierre del acuerdo con el FMI, «se genera aún más presión sobre las distintas cotizaciones de los dólares».
Este problema no atañe solamente a los argentinos, sino a todo aquel al que le estén ofreciendo pesos.
«Miremos sino a nuestros países vecinos, allí las casas de cambio quieren menos aún los papeles argentinos. No olvidemos que nuestra moneda fue la que más valor perdió con respecto al dólar en esta región (26%) en todo 2021, por lo que los precios en pesos que hay que pagar en otros destinos para hacerse de dólares, en la mayoría de los casos, son más elevados», resume Salinas a iProfesional.
En Uruguay, por ejemplo, detalla que la cotización «triplica a la del dólar paralelo, siendo este país el menos indicado para ir a hacerse de dólares pagando con pesos de toda la región».
Por el lado de Paraguay y Chile, este economista acota que «depende mucho» de la casa de cambio a la que se pueda acceder y el importe de dólares que se quiera comprar. Aunque, obviamente, el público minorista es siempre el «más perjudicado».
«En casas de cambio más cerca de la frontera se suelen encontrar cotizaciones más bajas», completa Salinas.
En resumen, reflexiona que si un argentino no quiere tener pesos en la mano por la pérdida constante de su valor, «menos una casa de cambio de otro país».
«Hasta que nuestras instituciones no den certidumbre del rumbo económico y se empiecen a llevar a cabo las reformas estructurales correspondientes, el peso seguirá siendo poco codiciado y, por ende, continuará perdiendo valor», finaliza Salinas a iProfesional.
IPROFESIONAL