El Gobierno obtuvo un nuevo revés en Estados Unidos en la causa por cupones atados al PBI. La jueza Loretta Preska, del distrito Sur de Nueva York, no hizo lugar a una demanda del Gobierno que buscaba bloquear que se sumaran nuevos demandantes al juicio.
“El caso por 126 millones de dólares y 78 millones de euros sigue adelante y probablemente sea consolidado con las otras demandas contra Argentina”, sostuvo Sebastián Maril, director de Latam Advisors. Así el tribunal neoyorquino rechazó el planteo de nulidad solicitado por Argentina.
El reclamo se inició en enero de 2019 en la Corte de Manhattan, luego que los bonistas expresaran dudas sobre los datos oficiales. Los tenedores de los famosos cupones PBI solamente cobran interés cuando la economía argentina crece anualmente por encima de cierto número, que es 3,2%.
La demanda hace referencia a 2014, cuando el actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, era ministro de Economía y anunciaba que el crecimiento del año anterior había sido del 3%, aunque los analistas esperaban una expansión de más de 4%. Por poco, el Estado evitó pagar.
“En ausencia de fondos en el BCRA la Argentina reformuló la manera de calcular el PBI. Así, la cifra fue de 2,9%, por lo cual se salvó de pagar dinero que no tenía. Los acreedores dicen que eso se hizo mediante la manipulación del Indec y por eso iniciaron el reclamo”, explicó Maril
El período cuestionado por los bonistas coincide con el momento en el que el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ejercía una influencia en el organismo. El Indec estuvo intervenido entre 2007 y 2015 y durante esos años, las estadísticas oficales perdieron credibilidad. Por eso mismo, los tenedores de bonos acusaron al Gobierno de manipular los datos.
Los fondos manifestaron en una carta que la Argentina destruyó información antes y después del inicio del juicio, pero suponen que algo se tiene que haber conservado.
En diciembre, la Argentina recibió un golpe en ese sentido. Preska le ordenó al país que informe la metodología que utilizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para calcular su producto bruto interno (PBI) durante el gobierno de Cristina Kirchner.
La cuestión es medular para el desarrollo del juicio. La cifra de crecimiento anual determinaba si el país debería pagar o no intereses. La entrerga de cupones PBI fueuna herramienta financiera que la Argentina entregó en la negociación de deuda que se hizo en tiempos de Néstor Kirchner.
Anzuelo
El cupón atado al PBI se usó como anzuelo para atraer a la mayor cantidad de bonistas posibles al canje de deuda que se hizo en 2005. Este instrumento financiero se les paga a los bonistas cuando la economía argentina crece más del 3,22% anual.
Cuando se lanzaron los cupones, en 2005, el Indec tomaba 1993 como año base de cálculo para informar el crecimiento de la economía. Pero el año base cambió a 2004 en 2013, en un intento del gobierno de Cristina Kirchner de subsanar una serie estadística poco creíble, luego de que, en 2007, se intervino el Indec de la mano de Guillermo Moreno.